Caminar para combatir y prevenir problemas en las articulaciones y en los huesos

Los huesos también se benefician con la caminata. Los cambios artríticos se deben con mucha frecuencia a la inactividad y al sedentarismo. Caminar es una de las mejores maneras de aliviar este problema.
Las personas que tienen osteoartritis se benefician directamente, los cartílagos de las articulaciones están dañados y desgastados, produciendo rigidez y dolor; el riego sanguíneo se debilita y no se produce el intercambio de deshechos por nutrientes con normalidad.
Caminar puede ayudar a dicho intercambio de fluidos produciendo la limpieza y lubricación necesarias. Estudios con mujeres que tienen osteoporosis han demostrado que quienes caminan con frecuencia tienen menos riesgo de sufrir fracturas de huesos que las que no lo hacen.
Ocho horas semanales de caminata pueden reducir el riesgo de sufrir fracturas de caderas al menos en la mitad de mujeres postmenopáusicas.
Caminar, la actividad física que se hace con más frecuencia este grupo de mujeres, es una buena opción para aquellas que deseen incrementar su masa ósea y reducir la posibilidad de sufrir daños en los huesos.
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