Cirugía estética para eliminar cicatrices

La revisión quirúrgica es conveniente para las cicatrices muy anchas o largas, para las que se encuentran en lugares prominentes y las que que ya han cicatrizado con algún patrón anormal o forma particular.

Basada en la habilidad de la piel para distenderse con el tiempo, la resección quirúrgica de una cicatriz remueve el tejido cicatrizal y une los bordes de piel en una forma mucho más detallada. Con esta técnica se puede angostar, acortar o cambiar la dirección de las cicatrices, para que después de la cirugía queden incluidas en algún pliegue de piel o acordes a las líneas naturales de expresión. El tratamiento de una cicratiz con cirugía ocasionalmente requiere de otra cirugía para optimizar el resultado.

Láser, dermabrasión y microabrasión

Estos métodos permiten tratar cicatrices finas o irregularidades de la superficie de la piel; sin embargo, no logran erradicar por completo los defectos de la cicatrización.

En los tres métodos el procedimiento consiste en remover las capas superficiales de la piel, llevando de esta manera el tejido sano al mismo nivel que la cicatriz y eliminando las irregularidades en el contorno de la piel que rodea la misma.

La dermabrasión ha sido utilizada con bastante éxito en cicatrices por acné, varicela en la infancia, tatuajes, líneas de arrugas, operaciones e incluso pecas solares. Su procedimiento es seguro y puede ser realizado por una gran variedad de instrumentos, que van desde lijas especiales hasta láser.

La microabrasión remueve de la superficie de la piel las líneas finas y manchas de envejecimiento alrededor de los ojos, labios y cuello. También puede reducir la apariencia de las estrías y cicatrices de acné. Es un procedimiento seguro que pule la superficie de la piel con microcristales, dejándola más pareja y rejuvenecida a la vista y más suave al tacto.

Los resultados de la dermabrasión, microdermabrasión y láser son bastante similares. Lo que determina la técnica utilizada es aquella que mejor domina el médico tratante.

Otros métodos para mejorar una cicatriz:

• Inyecciones de colágeno.
• Criocirugía (quemadura por frío).
• Inyección de corticoides dentro de la cicatriz: Usado para los queloides y debe ser aplicada por un médico experimentado, pues de lo contrario el daño es muy probable.
• Cierre plástico: Es una técnica realizada por cirujanos plásticos con fines estéticos.
• Uso de placas de silicona o silicona gel.
• Compresión del área afectada.

Cicatrices hipertróficas y queloides

Algunas personas desarrollan cicatrices poco estéticas, comúnmente llamadas hipertróficas y queloides. Ellas deben ser tratadas tempranamente para obtener un resultado adecuado. Estas cicatrices son abultadas y de tonalidad rosada, son una molestia por su apariencia física y también por producir picazón y un dolor cansado y constante.

La aparición de una cicatriz queloidea no depende del cirujano sino de las características genéticas del paciente y de la parte del cuerpo donde se sitúe. Son más frecuentes en el tórax, los hombros, la espalda, el área lateral del cuello y ocasionalmente en la cara. En dichas áreas del cuerpo, y en pacientes con antecedentes familiares, deben considerarse los riesgos y beneficios de cualquier incisión.

El tratamiento de los queloides incluye compresión local con tela adhesiva, placas de silicona blanda, uso de silicona en gel, masajes e inyección de corticoides. El uso de radioterapia puede ser aplicado en pocos casos, previamente seleccionados. El uso de láser y de nitrógeno líquido es de dudoso efecto en estas cicatrices. En general debe evitarse la resección de un queloide, salvo contadas ocasiones. La posibilidad de que reaparezca después de operado es del 50%, aun con los tratamientos adecuados.