Clases de dolor reumático

Si aceptamos como reumático el dolor que aparece en huesos, músculos o articulaciones, que son las partes más importantes del aparato locomotor, hay muchas clases de dolor «reumático». Hay que reconocer que es difícil o imposible medirlo. El enfermo dice que le duele mucho o que le duele poco, pero esto depende de la personalidad del enfermo, de sus hábitos personales y de sus experiencias anteriores. No se puede confiar en la «medida» del dolor.
Pero hay otras formas de comprobar que el dolor de unos enfermos es distinto al dolor de otros. Por ejemplo, si aparece en las articulaciones con o sin inflamación. Cuando aparece en una articulación inflamada se nota que está más caliente, más hinchada, más abultada y a veces más enrojecida, duele en todos los movimientos, tiene líquido en su interior perceptible con las manos, como se percibe que una bolsa tiene o no tiene líquido dentro al tocarla y duele día y noche, a veces más por la noche.
Cuando el dolor aparece en articulaciones no inflamadas no presenta enrojecimiento, ni hinchazón, ni está más caliente y el dolor tampoco persiste día y noche, sino que aumenta cuando el enfermo se mueve y desaparece cuando descansa. Hay, pues, una clase de dolor inflamatorio y otra que no lo es.
El dolor articular que no es inflamatorio aparece en las articulaciones que más trabajan o en aquellas que soportan más peso, por esto se comprueba en los dedos, junto a las uñas, en la raíz del pulgar, en las caderas o ingles, en las rodillas y en los pies. No presentan signos de inflamación y, pueden estar deformadas, notándose a veces una crepitación o ruido, como de frotación, cuando se mueve.
El dolor inflamatorio puede aparecer de varias maneras en las articulaciones:
Como dolor emigrante, localizado en una articulación durante horas o días y pasando a otras que se inflaman también durante cortos períodos de tiempo. Así puede haber al mismo tiempo dos o más articulaciones inflamadas y mientras unas van a más, otras van a menos, sin dejar daño permanente.
Otras veces el dolor es intermitente, es decir, que aparece en una articulación produciendo un ataque de artritis y al cabo de unas cuantas horas o días, desaparece de allí dejando la articulación completamente bien hasta que varios meses después vuelve a producir un ataque de artritis en una u otra articulación.
Otras veces hay inflamación en una sola articulación durante semanas, meses o años, de forma persistente y con todas las características de la inflamación articular: dolor, calor, tumor y rubor. Estas son las «monoartritis», porque sólo hay una articulación inflamada a lo largo de todo el proceso.
Las «poliartritis» presentan inflamación en varias articulaciones de manera simultánea, es decir, al mismo tiempo; progresiva y cada vez las articulaciones se alteran más y en mayor número; cuando otras articulaciones se inflaman, no desaparece la inflamación de las que ya estaban enfermas, de manera que el enfermo tiene cada vez más dolores, en más articulaciones, con una dificultad para el movimiento progresiva y creciente día y noche.
La inflamación puede localizarse de forma preferente en la columna vertebral y aunque entonces duele día y noche, el dolor inflamatorio aumenta más por la noche y el enfermo se levanta porque no puede dormir por el dolor y al andar un poco nota que mejora y puede continuar durmiendo.
Cuando la espalda duele durante el día con el trabajo, cansancio o esfuerzo y mejora por la noche en cama, hay un reumatismo vertebral que no es inflamatorio, que la gente suele atribuir al desgaste.
También hay enfermos que se quejan de dolor en todos los sitios y siempre. Es probable que proceda de los músculos y entonces se puede comprobar con el examen médico. Algunas veces el enfermo nota también debilidad y no puede desarrollar mucho ejercicio o trabajo sin cansarse.
Los hay que señalan con la punta del dedo el dolor situado sobre una articulación que el médico puede mover libremente en la mayoría de los casos, si el enfermo no está atemorizado por el dolor y puede relajarse. Este es el dolor que produce el tendón cuando se inflama. Y por último hay dolores fuertes a lo largo del brazo o pierna que producen también hormigueo, pinchazos y debilidad en algún movimiento. Es el dolor que produce un nervio alterado.
El dolor también puede ser irradiado, es decir, que aparece a lo largo del brazo o de la pierna porque hay un nervio que está alterado. Es lo que se llama braquialgia o ciática, según aparezca en el brazo o en la pierna. Entonces el dolor se extiende a lo largo del nervio y produce dolores muy intensos acompañados de otras manifestaciones muy especiales como hormigueos, alteraciones de la sensibilidad y flojedad en un grupo de músculos que produce cierta debilidad al hacer algunos movimientos. No es raro entonces comprobar cómo los reflejos correspondientes han disminuido o desaparecido.
Veamos un ejemplo
Doña Leoncia estaba abrumada por el dolor que le producía el juanete. A sus cuarenta y siete años no había renunciado al calzado puntiagudo de tacón alto y esto le producía tanto dolor que hasta le impedía andar.
Tenía un poco de tensión, no mucha, un poco de obesidad, no mucha, un poco de colesterina, no mucha y un poco más de azúcar en sangre aunque no mucho. El juanete no estaba muy desviado hacía afuera, pero al mover el dedo gordo hacia arriba y abajo tenía mucho dolor y conseguía desplazarlo muy poco. Tenía «artrosis metatarso-falángica» y el dedo estaba rígido (hallus rigidus). El dolor se producía al andar porque forzaba esta articulación. Aunque costó, el dolor desapareció cuando decidió cambiar el calzado y usar zapato ancho de poco tacón y suela rígida.
El caso de Juan era misterioso. Recién licenciado de la mili llegó a casa con dolores en muchas articulaciones, unos días más otros días menos, con fiebre, sudores y bastante inflamación en la muñeca del lado izquierdo, que estaba hinchada, rígida y enrojecida. Se le había estado tratando como si tuviera fiebre reúmatica sin mucho resultado. Las antiestreptolisinas (ASLO) habían permanecido normales. Los análisis de sangre revelaron mucha inflamación pero no la causa de la misma. Cuando apareció un ganglio doloroso y grande en la axila izquierda se le pinchó la muñeca para sacarle líquido, que era como pus. El análisis reveló que era «artritis estafilocócica». El estafilococo es resistente a la penicilina. Con otro antibiótico se puso bien, pero la muñeca se quedó anquilosada.
La situación del dolor, su presentación, evolución y asociación o no con los síntomas de la inflamación permiten así distinguir unos reumatismos de otros y teniendo en cuenta la presencia de otras alteraciones en diferentes órganos o sistemas, se pueden distinguir, aislar, ponerles nombres distintos y aplicar un tratamiento diferente y específico que producirá el máximo beneficio con el menor tiempo posible en cada caso.
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2 Comentarios en Clases de dolor reumático
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Hola tengo 30 años y comenze hace un mes con dolores en distinta partes del cuerpo sobre todo en las articulaciones. Comienza con los dedos de la mano después se me pasa y me ataca las rodillas y así x todo el cuerpo. Las rodillas y en los hombros es donde mas dolor siento ya que apenas puedo caminar o hacer cualquier tipo de mov con los brasos. Gracias y espero puedan decirme que puedo tener
hola tengo 42 años y desde hace 6 meses sufro de muchos dolores empeze con el hombro qe no lo podia mover…luego fueron los dedos de las manos algunos no todos…luego la rodilla ,lo juanetes y el tobillo…algunas veces mucho dolor algunas veces poco…tambien se me hincha y se me ponen roja en donde me duele son en todas las conyonturas..qe debo hacer?gracias…