Concentrado de soja (aislados)

No hace mucho vi en el telediario de la noche un informe especial sobre un hallazgo médico revolucionario. Se acababa de descubrir que una dieta rica en alimentos de soja podía reducir el riesgo de cáncer de mamas y probablemente de próstata. Y ensé en mis adentros: «Pero chicos, ¿dónde os habías metido? ¡Hace muchos años que lo vengo diciendo!» Si os interesa, lo encontraréis todo en mi libro Soy Miracle (El milagro de la soja) donde elogio la soja como gran anticancerígeno. En Japón y en otros países, donde la gente suele comer alimentos de soja, como la leche de soja, el tofú, el miso y el tempeh, el riesgo de morir de cáncer de mamas o de próstata es mínimo comparado con los países como los Estados Unidos donde la soja no es un elemento principal de la dieta.

En Japón, la media se sitúa entre los 75 y 100 g de alimentos de soja al día; mientras que los nortemanericanos no comen ni uno. Por desgracia, las mujeres norteamericanas tienen cuatro veces más posibilidades de morir de cáncer de mamas que las mujeres japonesas, y los hombres norteamericanos tienen cinco veces más posibilidades de morir de cáncer de próstata que los hombres japoneses. Por unos momentos se pensó que la diferencia de índices de cáncer entre los dos países se debía simplemente a la genética, pero ello no explicaba por qué los japoneses que emigraron a Estados Unidos, dentro de una generación, tenían la misma cifra de mortalidad por cáncer que la población norteamericana. Tras más investigación, se descubrió que los japoneses que se trasladaban a vivir en EE. UU. se adaptaban rápidamente a la dieta de ese país y abandonaban sus alimentos de soja tradicionales.

Los investigadores acaban de descubrir que los porotos de soja son una verdadera farmacia de componentes químicos anti-cancerígenos, cada cual con unas propiedades exclusivas. Por ejemplo, un componente que se halla en los porotos de soja, la genisteína, puede detener la expansión de tumores cancerígenos evitando el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos que alimenten las células cancerígenas. Las pruebas in vitro muestran que la genisteína es especialmente eficaz para detener el crecimiento de las células cancerígenas de próstata y de mamas. De hecho, la genisteína ahora, se utiliza como tratamiento experimental para ambos tipos de cáncer. La soja también contiene isoflavonas, unos componentes débiles parecidos al estrógeno que regulan los efectos del estrógeno y la testosterona más fuertes que produce. el cuerpo. No hay ningún indicio claro de que el estrógeno y la testosterona produzcan cáncer, pero pueden favorecer el crecimiento de los tumores de próstata y de mamas existentes, La daidzeina, una isoflavona de la soja, puede ir especialmente bien a las mujeres para controlar los efectos de estrógenos fuertes que podrían estimular el crecimiento de células cancerígenas en las mamas. La soja también es rica en ácido fítico, un potente antioxidante, y en inhibidores de proteasa; ambos elementos inhiben la acción de enzimas que favorecen la formación de tumores. Con cada pizca de soja, obtienes un arsenal contra el cáncer.

Y hay otro buen motivo para poner más soja en tu vida: puede proteger contra las enfermedades cardíacas. Según el análisis de 38 estudios médicos dirigidos por el doctor James W. Anderson, de la Universidad de Kentucky, el consumo diario de 47 g de proteína de soja puede disminuir de modo importante los niveles de colesterol en la sangre y disminuir los de triglicéridos altos. A pesar de que he dedicado mucho tiempo al tema del cáncer, es importante recordar que las enfermedades cardíacas todavía son la causa de muerte número uno en Estados Unidos y debería ser un tema de interés para todos.

No hace mucho, las mujeres de unos cincuenta años descubrieron que los estrógenos de la planta de soja podían ayudar a aliviar los síntomas de la menopausia, como los sofocos, la irritabilidad y la sequedad vaginal. En un estudio australiano, se suministró a 58 mujeres postrmenopáusicas que padecían como mínimo catorce sofocos por semana 45 g de harina de soja al día con productos cocidos al horno. Al cabo de un período de seis semanas, las mujeres que tomaban harina de soja descendieron en un 40% los sofocos.

A pesar de toda la publicidad que se ha dado a los alimentos de soja, son pocos los que comen la cantidad suficiente.

Yo adoro los alimentos de soja y como unos gramos de tofú o bebo batido de leche de soja todos los días, pero entiendo que para muchas personas, la soja no es muy apetitosa. La buena noticia es que ahora puedes obtener todos los beneficios de soja tomando simplemente una píldora o bebiendo un ref res-co en polvo. En las tiendas de productos naturales ahora se puede encontrar una nueva generación de suplementos de concentrado de soja estándar que contienen genisteína, daidzeína, isoflavonas y otros anticancerígenos importantes. El concentrado de germinados de soja es una fuente rica en estos fitoestrógenos tan importantes.

Propiedades posibles

  • Puede prevenir el cáncer de mamas, el de próstata y posiblemente otros tipos de cáncer.
  • Disminuye los niveles altos de colesterol y de triglicéridos.
  • Puede aliviar los síntomas de la menopausia.

Dosis aconsejada

Toma un batido de proteína de soja al día. Comprueba que contiene genisteína y daidzeína.
Toma dos comprimidos al día. Comprueba que el suplemento de concentrado de soja contiene genisteína y daidzeína. (La dosis habitual es de 10 mg de genisteína y de daidzeína, junto con otras isoflavonas.)Yo tomo un combinado de isoflavonas de soja (daidzeína y genisteína), más calcio, magnesio, vitamina D y boro para prevenir la osteoporosis. Esta mezcla va muy bien para aliviar los síntomas de la menopausia.




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