Control de la natalidad en el hombre
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La vasectomía consiste en cortar y sellar el conducto deferente, por el cual se transporta el semen. Este procedimiento no interfiere en la capacidad del hombre para lograr la erección o el orgasmo ni interrumpe la producción de hormonas sexuales o espermatozoides en los testículos. El único cambio es que se interrumpe permanentemente el paso de los espermatozoides al exterior. Después de la vasectomía, se continúa eyaculando casi el mismo volumen de semen, dado que los espermatozoides constituyen apenas una pequeña proporción del eyaculado total.
Antes de la vasectomía, se administra una inyección de anestésico en el escroto para insensibilizar el área, de modo que no exista dolor. Una vez que el médico localiza el conducto deferente, realiza un par de pequeños cortes en la piel del escroto.
Luego, tira de cada conducto deferente a través del orificio hasta formar una asa. Corta y extrae aproximadamente 1.25 centímetros de cada conducto deferente. Los dos extremos de cada uno de los conductos se cierran con puntos de sutura, cauterización o ambos métodos y se reingresan de nuevo en el escroto. Las incisiones de la piel también se cierran con puntos de sutura. La operación dura unos 20 minutos. Después de la vasectomía, hay que evitar la actividad agotadora, incluyendo la relación sexual, durante unas 2 semanas.
Los puntos de sutura generalmente son de un material que se absorbe en 2 o 3 semanas. Quizá se advierta algo de hinchazón y malestar leve en el escroto por espacio de algunas semanas. Sin embargo, hay que consultar al médico si el dolor se torna más intenso o aparece fiebre.
El índice de fracaso de la vasectomía es menor de 1 por ciento. Hasta que el médico determine que el material eyaculado ya no contiene espermatozoides, debe continuarse el uso de otros métodos anticonceptivos. Esto normalmente requiere varios meses y el estudio de varias eyaculaciones.
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Publicado en:Fertilidad y Embarazo
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