Detección de cáncer a la piel

El cáncer de piel es la forma más común de cáncer, y su frecuencia ha aumentado duplicándose cada 10 a 15 años. Se debe consultar a un especialista en el tema de cáncer de piel ante cualquier comportamiento anormal de lunares, como el cambio de forma, aumento de tamaño, alteración en la coloración o la presencia de dolor. Otras lesiones, no relacionadas con lunares, pueden convertirse en malignas y se caracterizan por un cambio en la textura de la piel, volumen, tamaño, dolor, picazón y/o sangramientos.
La mayoría de las lesiones de la piel son vistas y tratadas por dermatólogos en sus consultas. Estas lesiones son pequeñas e iniciales, y siempre deben ser tratadas con remoción quirúrgica. Las lesiones de mayor tamaño deben ser tratadas por un cirujano plástico con especialización en Oncología y experto en reconstrucción.
Condiciones precancerosas
Queratosis Actínicas: Son manchas un poco más pigmentadas que la piel normal. Se ubican normalmente en la cara, el dorso de las manos y la espalda. Son más frecuentes en personas de tez clara o que han estado expuestas a mucha luz solar.
En etapas tempranas pueden ser removidas por congelamiento (con nitrógeno líquido), con algún tipo de quimioterapia local o por medio de resección simple, mediante un afeite con bisturí. Si no son tratadas adecuadamente pueden convertirse en un cáncer de piel, requiriendo un tratamiento más extenso y agresivo.
Lunares Atípicos: Este término se usa para un lunar cuyas características son diferentes a las usuales, especialmente en su aspecto. Si estas lesiones son dejadas en la piel pueden convertirse en malignas.
Califica este Artículo:
Deja una respuesta