Ejercicios sin esfuerzo para hipertensos

Muchas personas, especialmente aquellas que más lo necesitan, siguen estando muy poco convencidas del valor del ejercicio físico regular. La perspectiva de volverse más activo puede parecer deprimente e incluso sobrecogedora sobre todo cuando ya estamos cansados al término de un día agotador en el hogar o en el trabajo.
Conducir por ciudades con un tráfico denso, viajar en transportes públicos, ir de compras, llevar a cabo las actividades domésticas y cuidar de niños pequeños, además de las horas que pasamos en una oficina, fábrica o cualquier lugar de trabajo puede hacer que estemos demasiado cansados incluso para aprender a relajarnos. Por consiguiente, no es nada sorprendente que el ejercicio en general ocupe el último lugar de la lista de medidas en pos de la salud que deseamos introducir en nuestro nuevo estilo de vida diaria.
Sin embargo, el ejercicio es un factor clave en el tratamiento tanto de la hipertensión como de las enfermedades cardiovasculares. Por ejemplo, el ejercicio controlado es clave para el elevado porcentaje de resultados satisfactorios del Centro de Rehabilitación Cardiovascular de Houston, Texas. Durante los primeros siete años (1978-1985), este centro trató a más de 1.000 pacientes en estado grave, la mitad de los cuales iniciaron un tratamiento con riesgo de muerte súbita en cualquier momento.
De acuerdo con un informe publicado en la revista médica GP (junio de 1985), 10 de cada 12 pacientes que se encontraban a la espera de un trasplante cardíaco recuperaron la suficiente salud para poder reanudar la actividad laboral y disfrutar de una vida normal. El director del centro, el antiguo presidente de la Asociación Internacional de Cardiología, observó que en todos los pacientes tratados había mejorado la cardiopatía un 300%, con independencia de su edad. Además, la utilización de diuréticos, vasodilatadores y bloqueadores beta disminuyó un 63% global.
En este centro todos los tratamientos se llevan a cabo de manera ambulatoria y la terapia de rehabilitación dura unas 14 semanas, con una asistencia de dos horas al día, tres veces a la semana. Esta forma de tratamiento no sólo es mucho más rentable sino que también proporciona beneficios mejores que el tratamiento quirúrgico y la medicación, aunque éstos siguen desempeñando un papel clave en el tratamiento de muchos individuos.
El centro utiliza un ejercicio con bicicleta ergométrica (estática), ya que se ha demostrado que es un método simple para asegurar exactamente el ejercicio que un paciente necesita y controlar la frecuencia cardíaca y la presión arterial del paciente. Mientras que el jogging y el squash pueden ser peligrosos para los pacientes cardíacos, una bicicleta ergométrica —utilizada a un nivel terapéutico predeterminado— nunca ha provocado la necesidad de reanimar a un paciente por un paro cardíaco, a pesar de que algunos pacientes tienen más de 88 años.
Efectos del ejercicio
El entrenamiento saludable en el ejercicio funciona según el principio de la carga de trabajo, lo cual significa que, cuando realiza el ejercicio, necesita hacer un esfuerzo sólo un poco mayor que el habitual. Si no está en buena forma, al principio para usted puede ser suficiente nadar en estilo de brazada muy lentamente dos largos de piscina, mientras que para un nadador profesional pueden ser necesarios cuarenta o cincuenta largos a un ritmo más rápido. Si no está acostumbrado a andar durante más de algunos minutos seguidos, 20-30 minutos andando a paso ligero, aproximadamente a 3-4 kilómetros por hora, producen beneficios fisiológicos y cambios bioquímicos.
Estos cambios incluyen una extracción adicional de oxígeno de la sangre por parte de los músculos y una disminución de las demandas al músculo cardíaco. Su frecuencia cardíaca en reposo será menor y cuando haga ejercicio comprobará que su corazón late con menos rapidez que antes, aunque conserva toda la fuerza de su latido y la expulsión de sangre. Sus músculos se adaptarán a la extracción disponible de oxígeno, por lo que no necesitarán la afluencia de tanta sangre arterial oxigenada. Esto significa que, cuando tenga que hacer un esfuerzo inesperado, los efectos sobre los procesos fisiológicos y su sistema cardiovascular serán mucho menos espectaculares. Además, una vez que el corazón empieza a contraerse con mayor eficacia a cada latido y disminuye la frecuencia con la que se contrae, se ahorra al músculo cardíaco un trabajo innecesario. Estos mecanismos explican los efectos beneficiosos del ejercicio sobre el corazón y los vasos sanguíneos y sobre otros sistemas corporales.
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