El hábito tabáquico en hipertensos y cómo abandonarlo

Desde hace varios años, en Europa y en Estados Unidos se dispone de una goma de mascar que contiene nicotina. Esto puede ayudarlo a abandonar el hábito tabáquico al mismo tiempo que amortigua los síntomas de abstinencia debidos a la nicotina, que produce adicción. Algunos informes de este tratamiento han puesto de manifiesto resultados prometedores y en general los efectos adversos del chicle de nicotina, que incluyen hipoirritación de la boca y de la lengua y ardor de estómago, son leves.
Existen muchísimas técnicas de aversión. Dichas técnicas se basan en las ideas de modificación de la conducta, que proceden de la psicología conductual, y asocian el acto de fumar con una experiencia desagradable. La terapia de aversión eléctrica, que muchos médicos consideran eficaz, aplica al paciente shocks eléctricos no peligrosos pero muy desagradables durante las sesiones de tratamiento mientras el paciente fuma. La idea es que el paciente pronto asocie el hecho de fumar con una experiencia física inaceptable y rápidamente llegue a sentir aversión por el tabaco. La técnica es fácil de instituir, de bajo coste, y fácilmente controlada por el terapeuta.
La terapia de fumar con rapidez consiste en que el paciente fume su marca preferida de cigarrillos con mucha rapidez, aproximadamente una calada cada seis segundos, hasta que no puede continuar. La sala donde se lleva a cabo la terapia está decorada con anuncios sobre el tabaco y contiene diversos ceniceros repletos de ceniza y colillas que apestan. En ocasiones también se administran shocks eléctricos aunque muchos terapeutas los consideran innecesarios.
Numerosos estudios han puesto de manifiesto que la terapia de fumar con rapidez proporciona un porcentaje elevado de resultados satisfactorios, pero puede ser peligrosa para la salud. Conduce a un nivel sanguíneo elevado de nicotina y carboxihemoglobina que muchos expertos consideran perjudiciales para los fumadores a excepción de los jóvenes y todavía sanos. Es una técnica especialmente peligrosa para las personas con una obstrucción de las arterias coronarias y para cualquier persona de más de 35 años que puede padecer una enfermedad cardíaca todavía no diagnosticada.
También es útil la hipnoterapia. Algunos terapeutas utilizan la hipnosis y, cuando el paciente está en estado de trance, emplean la técnica de aversión sugiriendo a su subconsciente que los cigarrillos tendrán a partir de ahora un sabor especialmente desagradable. Otros terapeutas se basan más en reforzar el ego, es decir, aumentar la confianza transmitiendo a través del subconsciente del paciente el mensaje de que a partir de ahora se sentirá relajado en las situaciones estresantes, cuando alterna con los demás, y que la necesidad de fumar disminuirá. Algunos terapeutas consiguen que el paciente abandone el hábito con una sola sesión de hipnoterapia.
Otros terapeutas utilizan la técnica del «día cero». Consiste en cuatro sesiones de hipnoterapia, habitualmente cada siete días, durante los cuales el paciente disminuye el consumo de cigarrillos a una cantidad acordada mutuamente entre el terapeuta y el paciente hasta el día cero, que es el día del abandono del hábito, al que se llega en la sesión final.
Tal vez necesite algún tipo de ayuda terapéutica para abandonar el hábito, o quizá decida hacerlo solo. Más que tratar de reforzar su fuerza de voluntad, lo que puede encaminarlo a una mayor tensión, una mayor necesidad de cigarrillos y el fracaso, es preciso que antes de abandonar el hábito domine una técnica de relajación y amortigüe la actividad nerviosa simpática en las condiciones estresantes, especialmente cuando aparezcan los síntomas de abstinencia, poniendo en práctica la técnica. También es útil ahorrar el dinero que normalmente gasta todas las semanas en cigarrillos y utilizarlo para hacer frente a facturas pendientes que aumentan todavía más su tensión o, si le es posible, ahorrar el dinero para darse un gusto especial, o para su pareja o familia.
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