Enfermedades de transmisión sexual

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) o enfermedades venéreas son cada vez más frecuentes en Estados Unidos. La mayor parte de las ETS son tratables; pero todavía no se cuenta con tratamiento eficaz contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y, tarde o temprano, la muerte se presenta en la mayoría de los casos.

Aunque es posible contagiarse con el VIH por el uso de agujas contaminadas o, en raras ocasiones, por transfusiones sanguíneas, es más común que se transmita por contado sexual. El virus, que está presente en el semen y en las secreciones vaginales, entra en el cuerpo a través de pequeños desgarros de la mucosa vaginal o rectal durante la actividad sexual. La transmisión del virus sólo tiene lugar por el contado íntimo con la sangre, semen o secreciones vaginales infectadas. Se han descrito casos de VIH transmitido a trabajadores de la salud mediante la punción de aguja.

Las enfermedades de transmisión sexual debidas a infecciones por clamidias, gonorrea, herpes, verrugas venéreas y sífilis son altamente contagiosas. Muchas de ellas se diseminan sólo por contacto sexual. Los microorganismos que causan las ETS, incluido el VIH, mueren tras unas cuantas horas de permanecer fuera del cuerpo humano. Sin embargo, ninguna de estas infecciones se contagia por el contacto casual, como al saludar con la mano o sentarse en la taza de un baño.

La única forma segura de prevenir las ETS y el SIDA es a través de la abstinencia sexual o que las relaciones sexuales tengan lugar exclusivamente entre dos personas no infectadas. En caso de contar con varios compañeros sexuales o que uno de ellos esté infectado, el individuo está en alto riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual.

Uso de condones

El uso constante y correcto de un condón de látex, así como evitar ciertas prácticas sexuales, puede disminuir el riesgo de contraer el SIDA u otras ETS; pero los condones no eliminan por completo el riesgo. Algunos están elaborados con membranas de animales y los poros de estos condones de «piel» natural pueden permitir el paso del virus del SIDA. Se recomienda usar solamente condones de látex.

Para que sea eficaz, el condón no debe estar dañado, debe aplicarse antes del contacto genital y debe permanecer íntegro hasta que se extraiga al terminar la actividad sexual. La lubricación adicional (y ello sucede incluso con los condones lubricados) puede colaborar a que se evite la rotura del condón. Deben usarse sólo los lubricantes de base acuosa; los lubricantes a base de aceite pueden hacer que el condón se rompa.

Un nuevo condón para mujeres puede ayudar a reducir el riesgo de contraer una E»1b_ Muchas formas de anticoncepción en la mujer (como la píldora anticonceptiva) no brindan protección contra las ETS; pero los resultados de estudios indican que el uso del nonoxinol9, que es un espermicida, reduce la frecuencia de gonorrea e infecciones por clamidias. El uso conjunto de espermicidas y un diafragma también ayuda a dar muerte a las bacterias.

Conductas de riesgo

Las diferentes prácticas sexuales acompañan distinto grado de riesgo de contraer la infección por el VIH. El coito anal receptivo (pasivo) es la más riesgosa, ya que el daño al ano y recto permite que el VIH ingrese a la sangre. En dicha relación, el copulante pasivo está en riesgo mucho mayor de contraer el VIH que el copulante activo, si bien este último puede adquirir la gonorrea y sífilis del recto del copulante pasivo.

La relación vaginal heterosexual, sobre todo con varios compañeros sexuales, conlleva el riesgo de contraer el VIH. Se piensa que este virus se transmite más fácilmente del hombre a la mujer que a la inversa. La relación sexual oralgenital también es un posible medio de transmisión del VIII gonorrea, herpes, sífilis y otras ETS.

 

 

 

 




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