Enfermedades reumáticas comunes

Cuando llega la enfermedad se producen diversas alteraciones en el organismo, unas que sólo sufre el enfermo y otras que el médico descubre. Las primeras son las que molestan al enfermo y por ser subjetivas se llaman «síntomas». Las segundas pasan desapercibidas para el enfermo, pero el médico las descubre cuando practica su reconocimiento y por ser objetivas se llaman «signos».

Un «síntoma» como el dolor, la tos, la fatiga, la acidez, etc., puede se debido a muchas enfermedades, o un «signo», como un soplo pulmonar, dilatación cardíaca, hipertrofia del bazo, hipertensión arterial o falta de reflejo también puede ser debido a diferentes procesos.

Sólo cuando el médico recoge los «síntomas» del enfermo y los estudia asociados a los «signos» descubiertos, compone un conjunto de manifestaciones que llama «síndrome» y le permite descubrir la enfermedad que las produce con ayuda de algunas pruebas complementarias tales como análisis, radiografías, etc.

Así consigue el médico distinguir diferentes enfermedades que producen dolor en músculos o articulaciones con causas distintas, mecanismos diversos, manifestaciones variadas, evolución diferente y tratamiento específico. Y aunque son unas mil las diferentes enfermedades reumáticas conocidas, no todas son igualmente frecuentes y hay muchas que son raras o exóticas, y siendo tantas las enfermedades reumáticas, en el 95% de los enfermos se trata de un grupo muy reducido de los procesos más frecuentes y bien conocidos que pueden identificarse desde el principio, porque son muy fáciles de distinguir:

Artrosis

La gente suele llamarlo «desgaste de huesos» y con esto se entiende. Produce dolores en las rodillas cuando la enferma anda, sube o baja escaleras, mejorando si se sienta o acuesta. Es una enfermedad propia de la segunda mitad de la vida y es más frecuente en las mujeres que pesan demasiado. También produce pequeñas deformidades en las articulaciones de los dedos.

Fiebre reumática

Es una enfermedad de los niños de cinco-diez años o más que produce anginas, fiebre, dolores articulares «que corren» de una a otra articulación y termina en pocas semanas. Puede producir lesiones en el corazón especialmente en los que se tratan tarde, mal o no se tratan.

Gota

Produce ataques agudos de artritis con más frecuencia en los pies, con dolor muy intenso, gran inflamación, hinchazón local y enrojecimiento durante una-dos semanas, más frecuente en los hombres durante la segunda mitad de la vida. Produce también tofos, piedras en el riñón, uremia e insuficiencia renal.

Artritis séptica

Es una infección de la propia articulación que produce mucho derrame de tipo purulento. Es muy grave porque además de la enfermedad infecciosa que la ha producido hay mucho peligro en la articulación enferma, que puede quedar seriamente lesionada para el resto de la vida. Aparece en cualquier edad.

 Artritis reumatoide

Llamada también políartritis, puede verse en hombres y mujeres mayores. A veces en niños y produce dolor, inflamación y rigidez. Es una enfermedad crónica y progresiva muy capaz de producir la invalidez si no recibe el tratamiento adecuado desde el comienzo.

Espondilosis

Es el nombre que recibe el llamado «desgaste» de huesos cuando se localiza en la columna vertebral. Es una enfermedad de personas mayores que produce dolor de espalda cuando el enfermo trabaja cargando el cuerpo o doblando la espalda y mejora cuando se acuesta. Pocas veces es importante.

Espondiloartritis

Se observa especialmente en adultos jóvenes que sufren dolor y rigidez en la espalda que aumenta por la noche de madrugada, interrumpiendo el sueño y obligándoles a levantarse, con lo que mejoran. Es importante un tratamiento bien dirigido para evitar que se desarrolle la deformidad del cuerpo.

Periartritis

Son dolores que aparecen junto a una sola articulación especialmente después de ciertos ejercicios físicos practicados en actividades laborales o deportivas y que impiden determinados movimientos aunque los otros no están afectados. La curación rápida de estos procesos sigue a su diagnóstico exacto.

Fibrositis

Aparece especialmente alrededor de los hombros o caderas en la segunda mitad de la vida con un gran cansancio desde la mañana al despertar que empeora con el frío, la humedad y mejora con el calor y el masaje. Puede preocupar profundamente al enfermo porque suele durar años sin mejorar con los tratamientos más convencionales.

Ciátic

Dolor lumbar irradiado por una pierna hasta el pie que aumenta con la tos o estornudo, produce alteraciones de la sensibilidad a lo largo del trayecto nervioso y debilidad muscular a la flexión o extensión activa del pie. Puede debilitar el reflejo del tendón de Aquiles. El dolor aumenta cuando el enfermo acostado eleva la pierna recta.

Cualquier enfermo reumático tiene el 95% de probabilidades de padecer cualquiera de estas enfermedades productoras de dolor que son bien fáciles de distinguir. Pero es que además también es necesario porque cada una de ellas tiene un tratamiento diferente. El enfermo que toma calmantes sin ir al médico o sin tener un diagnóstico de la enfermedad que padece, se expone a añadir los riesgos de una medicación innecesaria o perjudicial a los peligros de una enfermedad desconocida.

Lo primero que debe hacer cualquier enfermo que sufra «reumatismo» es superar la creencia tan generalizada de que el reuma es «una enfermedad» «que no tiene cura», porque ni es una enfermedad ni es incurable. El enfermo debe ir pronto a un especialista reumatólogo para que le diagnostique cuál es la «enfermedad reumática» que padece y le haga las recomendaciones terapéuticas más convenientes.




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