Extremidades, músculos, huesos y articulaciones

El cuerpo humano es extremadamente complejo. No se suele pensar en el cuerpo cuando éste funciona adecuadamente. De alguna manera, todo se mantiene funcionando y es posible moverse con facilidad. Sin embargo, es común percatarse cuando se presentan problemas de esta índole.
Este capítulo se centra en los problemas relacionados con las extremidades. Algunas enfermedades son comunes en muchas áreas del cuerpo, como las distensiones, esguinces, fracturas, bursitis, tendinitis, fibromialgia y gota. El resto del capítulo contiene información adicional acerca de problemas relacionados con extremidades: hombros, codos, muñecas, manos y dedos de las manos; caderas, piernas, rodillas, tobillos y pies. Sin embargo, primero se presenta información general sobre anatomía.
Músculos y tendones
Una gran parte de los 650 músculos que conforman el cuerpo humano participan en la movilidad. Cada uno de los músculos estriados (esqueléticos) se inserta en los huesos mediante bandas llamadas tendones. Los músculos funcionan en pares para mover los huesos. Un músculo se relaja al tiempo que el otro se contrae.
Al entrar en actividad, los músculos permiten correr, caminar, nadar, saltar, subir escaleras, andar en bicicleta, bailar o podar el pasto. Sin embargo, los músculos envían señales en caso de uso excesivo. Se vuelven rígidos y manifiestan dolor. Entre las causas frecuentes de lesión muscular se incluyen los accidentes, distensiones, movimientos repentinos de desequilibrio, uso excesivo e inflamación.
Pueden evitarse dolores musculares y de tendones al:
- Realizar ejercicio con regularidad y moderación. Debe aumentarse poco a poco la actividad. No se está en condiciones para la maratón si se corre con regularidad apenas unos cuantos kilómetros.
- Estirar los músculos suavemente antes y después del ejercicio. En algunas personas, también es útil la aplicación de calor y masaje para aflojar los músculos antes de la actividad.
- Beber líquidos en abundancia. Beber de 6 a 8 vasos con agua diarios mantiene el estado de hidratación adecuada. Sin embargo, se requiere mayor cantidad cuando existe gran actividad, especialmente durante el calor veraniego.
- Acondicionar poco a poco los músculos. Ha de aumentarse gradualmente la actividad.
- Fortalecer los músculos con ejercicios de resistencia.
- Brindar sostén a áreas lesionadas con cinta elástica o un soporte.
- No forzar los músculos al presentarse el cansancio.
Huesos—rígidos pero vivos
Aunque de manera inapreciable, los 206 huesos que conforman el cuerpo cambian constantemente. Las proteínas constituyen su marco estructural. Los minerales, en especial el calcio y los fosfatos, les proporcionan fuerza y resistencia. Debido a esta necesidad de minerales, se requiere el consumo de leche y verduras de hoja verde, ricas en minerales. Entre los padecimientos frecuentes de los huesos, se cuentan los siguientes:
- Fracturas, que son el resultado de someter un hueso a una fuerza mayor de la que puede tolerar.
- Contusiones, generalmente relacionadas con traumatismos.
- Debilitamiento por pérdida de minerales (osteoporosis).
Los huesos de los niños son más flexibles que los del adulto. Cuando se les somete a esfuerzos o presión, es menos probable su ruptura. Con la maduración, los huesos se tornan más rígidos.
Articulacionesobras maestras de la mecánica
Los huesos se unen en las articulaciones. El extremo de cada hueso está cubierto por una capa de cartílago que se desliza con suavidad y actúa como amortiguador. Bandas resistentes de tejido (ligamentos) mantienen unidas las articulaciones.
El cuerpo humano tiene varios tipos de articulaciones. En este capítulo se analizan los tipos siguientes:
- Articulaciones de bisagra: por ejemplo, en los extremos de los dedos de la mano o en las rodillas. Permiten el movimiento en una sola dirección.
- Articulaciones esféricas: por ejemplo, en el hombro o cadera. Permiten una amplia gama de movimientos.
Las causas de dolor articular cubiertas en este capítulo abarcan:
- Lesiones traumáticas o luxación (cuando la articulación se desplaza fuera de su sitio).
Debe ser motivo de preocupación que el niño tenga un dolor articular específico. Hay que consultar al médico cuando existan dolor articular y:
- Fiebre y erupción cutánea
- Hinchazón, rigidez, dolor abdominal o disminución de peso no explicada
- Ganglios linfáticos agrandados y sensibles al tacto en el cuello
- Cojera o limitación de la movilidad normal
Nervios—líneas de comunicación
Gran parte de este capítulo se centra en los huesos, músculos y articulaciones. Sin embargo, las extremidades están provistas de nervios que transmiten mensajes hacia el cerebro y desde éste. Son los nervios los que captan el dolor y localizan su fuente. Dirigen los movimientos e indican cuándo los músculos muestran cansancio o lesión. Asimismo, pueden impedir que los músculos funcionen adecuadamente.
Los nervios ayudan a coordinar los movimientos. Cuando el cuerpo funciona correctamente, guardan comunicación constante con el cerebro. También ayudan a evitar muchas lesiones.
Es más fácil para la persona y el médico la identificación y tratamiento del dolor si saben en qué forma se originó. Puede sobrevenir después de:
- Accidentes
- Uso prolongado y excesivo o movimientos repetitivos
- Inflamación
- Enfermedades en otras partes del cuerpo
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