Frecuencia del reumatismo

De cada diez enfermos que consultan con el médico, cuatro padecen algún proceso reumático. Las incapacidades laborales son debidas a enfermedades reumáticas en dos enfermos de cada cinco.
- Antes de los quince años el 5% de la población padece reumatismo.
- Antes de los treinta años el 15% de la población padece reumatismo.
- Antes de los cuarenta y cinco años el 40% de la población padece reumatismo
- Antes de los sesenta años el 75% de la población padece reumatismo.
- El 10% de la población enferma de más de veinte años está siendo tratada de algún proceso reumático.
- El 20% de la población investigada afirma padecer reumatismo.
- El 30% de la misma población afirma haber padecido manifestaciones reumáticas.
- El 30% de la población enferma padece alguna forma de reumatismo.
Más de. 4.500.000 españoles padecen distintas enfermedades reumáticas. La incapacidad laboral se produce en el 30% de todos los que padecen alteraciones reumáticas. El desarrollo de la invalidez se debe más a la desidia que a la enfermedad.
De cada veinte enfermos, uno padece alguna enfermedad reumática, con limitación de la actividad física en uno de cada cuatro, e invalidez grave en uno de cada diez. De todos los inválidos del país uno de cada cinco es un enfermo reumático.
Las enfermedades reumáticas son las que más a menudo padece la población general y son más frecuentes que el número total de casos de tuberculosis, diabetes, cáncer y enfermedades del corazón reunidas y estos cálculos se refieren a países en donde se llevan las estadísticas con pulcritud.
Sin embargo, las diferentes enfermedades reumáticas no son igualmente frecuentes, no importa cuándo y dónde se hagan las estadísticas porque hay enfermedades reumáticas que se observan más a menudo que otras y mientras unas son muy frecuentes otras son más raras y también las hay exóticas porque aparecen en países o zonas muy alejadas y no se encuentran jamás en otras. Si incluimos a toda la población en el cálculo y revisamos la incidencia con que se presentan las distintas enfermedades reumáticas en una consulta de medicina general observamos lo siguiente.
Frecuencia del reumatismo
Los reumatismos de partes blandas (tendinitis, bursitis, fibrositis) aparecen también en proporción elevada. La artritis reumatoide se observa en tercer lugar. Pero lo curioso es que entre estas tres enfermedades suman las tres cuartas partes de la enfermería reumatológica, que son setenta y cinco de cada cien. Si ahora añadimos los reumatismos vertebrales, incluyendo la ciática, alcanzamos el 95% de la morbilidad, siendo el 5% restante las enfermedades afines menos frecuentes.
La frecuencia de las enfermedades en uno y otro sexo también es distinta. En la mujer, la artrosis, por ejemplo, la afecta más en los dedos de las manos y en las rodillas, mientras el hombre la padece con más frecuencia en las caderas. La espondilosis, que es la artrosis vertebral, se localiza más en el cuello de la mujer y en la parte baja de la espalda del hombre. El reumatismo inflamatorio de la columna se observa más en el hombre.
La artritis reumatoide y la fibrositis son más frecuentes en la mujer. Y la gota es mucho más frecuente en el hombre, así como los reumatismos de los tendones, mientras la fibrositis lo es en la mujer.
Por edades también hay notables diferencias. Los niños casi tienen la exclusiva de ciertas enfermedades como la fiebre reumática y la artritis crónica juvenil, sin contar ciertas artritis infecciosas o reumatismos causados por virus. Los hombres jóvenes padecen con la mayor frecuencia la espondiloartritis anquilosante.
Las mujeres de treinta-cuarenta años son mayoría entre las enfermas de artritis reumatoide, como lo son los hombres mayores en la gota. En la tercera edad son más frecuentes los reumatismos degenerativos de la columna vertebral, la osteoporosis y la polimíalgia reumática, por no citar más que las enfermedades reumáticas más comunes.
Sin embargo, todos los enfermos reumáticos no acuden al médico cuando empiezan a tener los primeros síntomas de dolor. Ni todos los médicos que ven enfermos reumáticos pueden hacer el diagnóstico de la enfermedad que el enfermo padece (con frecuencia porque no disponen del tiempo, medios o colaboración necesarios) y como además estos estudios estadísticos se hacen por encuestas a la población, no se debe confiar demasiado en el diagnóstico de reumatismo expuesto por los propios pacientes.
La frecuencia de las enfermedades reumáticas tiene que variar también en función de las áreas geográficas estudiadas, porque el clima, alimentación, género de vida, nivel cultural, etc., permiten la expansión o reducción de determinados procesos, sin contar con los escépticos, indolentes, temerosos, suspicaces, etc., que niegan, eluden o reservan su participación. A pesar de ello que también cuenta en las estadísticas de todas las enfermedades en general los reumatismos son los procesos más frecuentes que sufre el género humano.
Por tanto, el cálculo de probabilidades de acertar cuál es la enfermedad reumática que uno padece o puede padecer sabiendo la edad y sexo es bastante alto dado el predominio que ciertas enfermedades tienen por algunas edades en uno u otro sexo.
Si a esto se le añade la tara hereditaria que pueda tener y las características que presente el dolor que sufre, es decir, si es o no inflamatorio, si es emigrante, intermitente o crónico, si afecta a una o más articulaciones, sí invade la columna o no, si hay limitación o no de todos los movimientos y si produce hormigueos o debilidad, el cerco se estrecha tanto que se puede identificar.
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