Hepatitis fulminante por consumo de medicamentos

¿Es aún desconocido para la población que los medicamentos poseen efectos secundarios?, No, la gente ha logrado comprender que los medicamentos nunca son seguros un 100%, y se deben manejar con precaución.
Casos como el de Katherine Mondaca, solo habla de una ineptitud de los profesionales de la salud, incluyendo médicos y farmacéuticos.
¿Cómo puede ser que una persona totalmente saludable deba ser transplantada de hígado porque el médico que controla el fármaco, y el farmacéutico que lo dispensa, no sean capaces de dar los consejos adecuados de la terapia? ¿Qué sucede con el prescripto al paciente que no contiene la información necesaria de orientación?.
Los medios aún no han sido claros en señalar el medicamento que causó la catástrofe, es obvio, se perderían ventas. Pero no es culpa del fármaco, estos son seguros si se utilizan adecuadamente.
Se ha mencionado que el causante de la hepatitis fulminante es un fármaco para el acné y el hirsutismo (vello excesivo en mujeres). De los conocimientos farmacologicos, se piensa en Roacnetan ® (isotretinoina), retinoide perteneciente a la familia de la vitamina A, que inhibe en forma indirecta la secreción de sebo, y del que se conocen efectos asociados a daño hepático. Este medicamento se vende con receta retenida en farmacias.
Otras posibilidades son medicamentos antiandrogénicos, los que evitan niveles altos de testosterona. La testosterona es un intermediario de la vía progesterona— estrógenos, y que posee acción estimulante en la secreción de sebo y formación de vello. Para esto se utiliza el acetato de ciproterona en combinación con estrógenos, logrando inhibir la cascada de formación de testosterona. Estos medicamentos son recetados por médicos especialistas en endocrinología por lo que saben los riesgos de su uso, y reconocen aquellos síntomas perniciosos, su núcleo esteroidal por lo demás, exige un metabolismo hepático activo.
Una última estrategia terapéutica son los medicamentos antibacterianos, como la minociclina, doxiciclina, eritromicina, conocidos por sus efectos secundarios, y los trastornos hepáticos que causan.
Como se observa, cualquiera de estos medicamentos podría haber causado la Hepatitis fulminante, aunque evitable si se hubiese tenido un mayor control de la terapia por los profesionales idóneos.
Califica este Artículo:
Deja una respuesta