Homeopatía para tratar la gripe y resfrío: Dulcamara y Mercurius solubilis

Dulcamara

Es el remedio del frío húmedo. Gripe en temporadas húmedas, sobre todo cuando hay unos contrastes de temperatura, se agarrota después de haber permanecido en un lugar húmedo, agarrotarse después de la supresión de un estado catarral, de una diarrea, de una erupción

Estado reumático muscular y, “lomos” con rigidez dolorosa, sensación paralítica; se agrava por la noche quedándose en la misma posición.

Estado catarral con secreciones mucosas y muy abundantes. El estado doloroso reumatoide posiblemente se ve aliviado por la diarrea. A veces falta total de sudor (transpiración), lo que agrava la enfermedad.

Lo indispensable de la prescripción de Dulcamara consiste en la importancia causal de la humedad y el estado a la vez reumatoide y catarral.

Mercurius Solubilis

Corresponde más bien a la gripe otoñal y primaveral con atmósfera húmeda y a los contrastes. Observamos aquí al lado de un estado reumático común la frecuencia de las inflamaciones ganglionares, una fuerte irritación naso-faringea de carácter irritante con secreciones que se vuelven rápidamente verduscas.

La tos es violenta, dura, desgarradora, viniendo a veces con accesos acoplados, siendo más seca por la noche. Nos encontramos con las grandes características de Mercurius: agravación por la noche y por el calor de la cama, el sudor viscoso y pegajoso, que no alivia, lengua saburral, espesa, guarda la impresión de los dientes; sed, a pesar de una boca muy húmeda y salivosa; movilidad nerviosa del enfermo; tendencia diarreica con heces verdes, mucosas.

Lo indispensable de la indicación de Mercurius está en la triada: agravación nocturna; sudor que no alivia; boca saburral, húmeda y fétida.




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