Humidificadores para el hogar: ¿útiles o riesgosos?

Cuando el aire ambiental del hogar produce tos, es conveniente aumentar la humedad. Sin embargo, la solución de un problema no debe generar otro. Los humidificadores sucios pueden ser una fuente de bacterias y hongos. Para minimizar la proliferación de estos microbios, la U.S. Consumer Product Safety Commission sugiere:
- Cambiar el agua todos los días. Hay que vaciar el tanque y secar las superficies con una toalla suave. Luego, debe llenarse de nuevo con agua limpia.
- Algunos productos recomiendan el uso de agua destilada. El agua corriente contiene minerales que pueden formar depósitos que faciliten la proliferación de bacterias. Cuando pasan al aire, los minerales con frecuencia se depositan en forma de polvo blanco en el mobiliario.
- Desinfectar el humidificador cada 1 a 2 semanas. Debe vaciarse el tanque y llenarlo con una solución que contenga 1 cucharadita de blanqueador por cada 4 litros de agua. Se deja la solución durante 20 minutos y luego se vacía el tanque. Hay que enjuagarlo hasta deje de oler a blanqueador.
- Mantener la humedad del aire entre 30 y 50%. La humedad mayor de 60% tiende a generar humedad. Cuando se condensa en las superficies, pueden proliferar bacterias y hongos. Debe verificarse periódicamente la humedad con un higrómetro, disponible en las ferreterías.
- Apegarse a las instrucciones del fabricante para la limpieza periódica del humidificador, a fin de evitar la proliferación de bacterias.
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