Infecciones micóticas de las uñas

Este problema persistente a la vez que inofensivo se inicia frecuentemente con un diminuto punto blanquecino o amarillento en las uñas. Las infecciones por hongos pueden aparecer en las uñas o bajo el borde externo de éstas en caso de exposición continua a ambientes húmedos y calurosos. Dependiendo del tipo de hongo, es posible que las uñas cambien de color, se engruesen o presenten bordes irregulares o grietas.
Las infecciones por hongos afectan a las uñas de los pies más frecuentemente que a las de las manos y son más comunes en los ancianos. El riesgo de tales infecciones en las uñas de los pies es mayor si la sudoración es abundante, así como en caso de utilización de calcetines o calcetas y zapatos que obstaculicen la ventilación y no absorban el sudor. Además, puede contraerse esta infección al caminar descalzo en sitios públicos y como una complicación de otras infecciones. Las infecciones micóticas de las uñas de las manos suelen resultar de la sobreexposición al agua y los detergentes. Asimismo, la humedad atrapada bajo las uñas postizas puede contribuir a la proliferación de los hongos.
Autocuidados
Con el fin de prevenir las infecciones por hongos, es conveniente:
- Mantener las uñas limpias y secas. Hay que secar bien los pies después del baño.
- Cambiar los calcetines con frecuencia y utilizar zapatos con suela de cuero.
- Usar un rocío o polvo contra hongos en los pies y dentro del calzado.
- No pellizcar ni cortar la piel que rodea a las uñas.
- No caminar descalzo en piscinas, baños y vestidores públicos.
Atención médica
Las medidas de autocuidados generalmente no previenen estas infecciones. Son eficaces las cremas contra hongos de aplicación local y los medicamentos orales, como la griseofulvina, itraconazol, clorhidrato de terbinafina y fluconazol. En los casos graves, puede ser necesaria la extracción quirúrgica de la uña.
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