Instancias para conversar con nuestros hijos preadolescentes

Por ejemplo: si yo a esta edad le permito a mi hijo que se suba con un iPod al auto, un MP3, una radiocasete o un cdplayer, lo que sea, y se va escu­chando música mientras voy manejando, he perdido en el trayecto una cantidad de posibilidades enormes de poder conversar con mi hijo. Entonces cuando él sea grande y yo quiera conversar en el auto, él, con los fonos o sin ellos, no va a hablar conmigo porque el hábito se lo generé yo.

Es como los antiguos viajes que se tenía con los papás, donde uno se aprendía los nombres de los puentes, contaba cuántos escarabajos se encontraban en el camino, el camión con más ruedas o las patentes terminadas en 3, y eso generaba que uno estuviera conversando todo el tiempo. Esos ritos que nosotrosmismos como adultos hemos dejado de practicar tie­nen consecuencias directas en la comunicación de hoy con nuestros hijos. Y cuando nos espantamos y decimos «pero por qué nuestros hijos no conversan con nosotros en la mesa», es porque no hay tiem­po para conversar, porque se sirve y se come rápido, porque hay que pararse rápido para seguir haciendo cosas.

La sobremesa se eliminó, porque para nosotros era molesto estar sentados tanto rato escuchando a los abuelos; entonces liberamos de esa responsabi­lidad a los niños y al hacer este acto, que aparen­temente es un acto de solidaridad, terminamos por romper con la comunicación familiar, donde escucha­ba a mi abuelo los fines de semana y tenía contacto con él. Hoy día tampoco hay contacto con los viejos.

Entonces, esta generación empieza a desape­garse de la familia a esa corta edad, y un montón de ritos dejan de funcionar. Y dejan de funcionar a propia voluntad de los padres, porque objetivamen­te perdemos, a mi juicio, la noción de que en esos ritos estamos enseñándoles a nuestros hijos habilida­des sociales y valóricas que los van a acompañar toda la vida. Es como que no le diéramos importancia; es como dejar de decirle al niño en la mesa: «Saca el codo y límpiate la boca antes de tomar el vaso. O la servilleta, póntela en la falda. Ayuda a tu mamá a levantar los platos». Si eso no se educa de ese momento despúes será mucho más dificil de hacer.




Califica este Artículo:
0 / 5 (0 votos)






Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *