La apendicitis: una urgencia médica

La apendicitis aguda es una urgencia médica que requiere una intervención quirúrgica urgente. Se produce una inflamación del apéndice que, como su propio nombre indica, es  un apéndice situado habitualmente en el extremo derecho del colon. Ésta es su localización anatómica más habitual, pero existen variantes de la normalidad y se puede situar en diversas localizaciones.

Esto puede suponer un problema en el diagnóstico, al encontrarse el dolor en una localización atípica. La apendicitis aguda puede suceder a cualquier edad pero es más frecuente en gente joven, en el segundo y tercer decenio de la vida. Es tan frecuente en hombres como en mujeres.

En la actualidad, ha disminuido la mortalidad de los episodios de apendicitis aguda, gracias a los avances de la cirugía y al menor número de infecciones.

 ¿Cuál es su causa?

Hasta hace relativamene poco tiempo, se pensaba que la apendicitis se producía por una obstrucción de luz, sin embargo, aunque en ocasiones se observa dicha obstrucción, estudios recientes han demostrado que el proceso comienza con una ulceración en la mucosa. El motivo por el cual se produce la ulceración no ha sido establecido. Las bacterias van invadiendo la pared de este apéndice formándose un absceso localizado.

Si no se remedia a tiempo, la infección progresa, se produce gangrena y perforación de la pared intestinal. De este modo la infección se extiende por todo el organismo. Como se observa se trata de un proceso agudo, los dolores abdominales de semanas o meses de evolución no suelen ser apendicitis. Sin embargo, sí está demostrado que existen los episodios de apendicitis recidivante, en los que el episodio inflamatorio es autolimitado: se resuelve pero se repite a lo largo del tiempo.

 ¿Cuáles son sus síntomas?

El síntoma más importante es el dolor. Se trata de un dolor de intensidad variable y que incluso puede no despertar a algunos pacientes. Su localización no siempre está clara. El dolor en estas primeras horas es de tipo cólico (va y viene) y el paciente tiene la sensación de que puede desaparecer con la defecación y la expulsión de gases. Pero no es así y el enfermo no percibe alivio. Lo más frecuente es que se localice en la fosa ilíaca derecha, pero puede presentarse en regiones periumbilicales, en la zona epigástrica, etc. A medida que el cuadro progresa, el dolor aumenta en intensidad y comienza a localizarse de un modo más claro en la fosa ilíaca derecha.

El enfermo con apendicitis sufre una gran anorexia (falta de apetito), y este signo es tan característico que si no es así, el diagnóstico pudiera ser muy cuestionable. Las náuseas y los vómitos son muy frecuentes aunque no son muy intensos ni prolongados. La fiebre no es excesivamente alta y si es superior a 38,5° hay que pensar en la posibilidad de que se haya producido una perforación.

 Diagnóstico de la apendicitis aguda: pruebas complementarias

Lo más importante es la clínica que presenta el paciente, porque ningún dato es por sí mismo completamente concluyente. En el análisis encontramos:

  • Leucocitos elevados: existe una leucocitosis (no muy significativa) entre 10.000-18.000 leucocitos. Si no están elevados no podemos excluir la apendicitis y si son mayores de 20.000 hay que sospechar que se haya producido la perforación.
  • Orina: es muy importante realizar un análisis de la orina para excluir otras enfermedades.

Las pruebas radiológicas no son concluyentes y de hecho no tienen porqué realizarse cuando se sospecha de apendicitis aguda. En muchas ocasiones el diagnóstico de absoluta certeza se realiza en el quirófano (confirmándolo cuando existe la apendicitis y descartándolo cuando el cirujano observa que el apéndice está intacto). Sin embargo, las consecuencias de una apendicitis avanzada son tan graves que justifica operar sin dilación, aunque por ello en más de una ocasión el enfermo no presente apendicitis.

 ¿Cuál es su tratamiento?

En muchas ocasiones, el paciente que se encuentra muy afectado con el dolor y los síntomas acompañantes, puede percibir de manera errónea una dejadez por parte del médico que le atiende. Ve que no recibe analgésicos, que cada vez se siente peor y que lo único que hace el equipo médico es observar. Esto es así porque no se debe enmascarar el dolor de una supuesta apendicitis, pues, como ya hemos visto, es el mejor dato para llegar al diagnóstico y decidir la operación quirúrgica. La observación de la evolución del dolor es el dato fundamental para decidir o no la pertinencia del tratamiento quirúrgico.

La operación no resulta complicada para un cirujano experto. Cuanto menos evolucionada esté la apendicitis menos complicaciones existirán, sobre todo a nivel infeccioso.




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2 Comentarios en La apendicitis: una urgencia médica

  1. Diego Arias Dice:

    Cual fue su diagnostico? Escribir

  2. Lorena Patricia Baquero Parrado Dice:

    Yo fui operada dé apendicitis hace cuatro años la apendicitis repite otra vez y porque muchas gracias por su atención

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