La pancreatitis aguda

El páncreas es un órgano del aparato digestivo cuya estructura es compleja, ya que está formado por diferentes células capaces de producir enzimas fundamentales para la digestión y los procesos vitales del organismo. Una de estas enzimas es la insulina. La insulina es la hormona que degrada la glucosa (el azúcar) que es uno de nuestros nutriente principales y del que obtenemos mayor energía para realizar la mayoría de las reacciones químicas del cuerpo.

Sin embargo, la insulina no es la única hormona que segrega el páncreas, también proporciona glucagón, amilasa, lipasa, somatostatina, etc. Todas ellas implicadas en los procesos de degradación de los principios activos de los nutrientes y de producción de las sustancias necesarias para las reacciones químicas del organismo.

La situación anatómica del páncreas también lo convierte en un órgano característico y complicado. Las hormonas que produce llegan al intestino delgado a través de un conducto (el conducto pancreático) que se junta previamente con el conducto de la vesícula biliar y con los conductos hepáticos. Esto hace que la inflamación que sufre el páncreas durante la pancreatitis afecta a gran parte del aparato digestivo. El páncreas también se encuentra directamente relacionado con la aorta, el estómago y el bazo.

Las enfermedades que afectan al páncreas se conocen como pancreatitis (aguda y crónica). Existen diversas causas que producen pancreatitis y que veremos a continuación.

El cáncer de páncreas es una enfermedad grave y de difícil tratamiento.

La diferencia entre pancreatitis aguda y crónica depende de si se produce afectación permanente o aguda de la función del páncreas. En la pancreatitis aguda, el páncreas vuelve a establecer sus funciones de un modo normal. En la pancreatitis crónica esto no sucede y existen daños irreparables.

 ¿Qué es la pancreatitis aguda?

En esta enfermedad se produce una inflamación repentina del páncreas con una mejoría posterior. Algunos pacientes tienen más de un episodio de pancreatitis, se recuperan plenamente después de cada uno de ellos, hasta que se vuelven a reproducir los síntomas. Estos síntomas son tan característicos que es el propio paciente el que sabe que de nuevo padece una pancreatitis y así se lo explica a su médico.

Los motivos que con mayor frecuencia producen una pancreatitis son:

  • El abuso de alcohol.
  • Los cálculos biliares. Como ya mencionamos, la relación anatómica entre los conductos secretores del páncreas y los del hígado y vesícula, hace que la presencia de cálculos en la vesícula o en su conducto afecte en gran medida al páncreas, pudiendo llegarse a producir una pancreatitis.

Otras causas menos frecuentes son:

  • El uso de fármacos como el estrógeno, el ácido valproico, tetraciclinas, etc.
  • Traumatismos abdominales.
  • Posoperatorios de cirugías del abdomen.
  • Infecciones. Aunque no es frecuente, ciertas infecciones pueden producir pancreatitis (como la parotiditis, hepatitis virales o el citomegalovirus, la tuberculosis o la candidiasis.
  • La úlcera péptica que penetra dentro del páncreas produce una pancreatitis.
  • Enfermedades inmunes. Estas enfermedades que afectan los vasos de diferenter resgiones anatómicas produciendo vasculitis (como el lupus, la púrpura trombopénica trombocitopénica) también pueden producir pancreatitis.
  • Malformación del páncreas, como la conocida como páncreas divisum (páncreas dividido en dos partes), también puede ser una causa de pancreatitis. En un 15 por 100 de los episodios de pancreatitis agudas la causa queda sin diagnosticar.

¿Cuáles son sus síntomas?

El dolor es el síntoma más característico. Se trata de un dolor penetrante, continuo, que no varía con los movimientos respiratorios aunque suele empeorar cuando el paciente se tumba. Suele estar localizado en mesogastrio y se irradia hacia la espalda. Se define en numerosas ocasiones como un dolor «en cinturón». Algunos pacientes pueden no presentar este dolor. En algunos casos, el dolor abdominal desaparece con el progreso de la enfermedad.

Otros síntomas son pérdida de peso, aun cuando su apetito y la ingesta de alimentos son normales. Los pacientes también presentan frecuentemente náuseas y vómitos.

Los nutrientes sin digerir, grasas, proteínas y azúcares, se pierden a través de las heces. El motivo es porque el páncreas no segrega la cantidad adecuada de enzimas para realizar la digestión de los alimentos, los nutrientes no se pueden absorber normalmente.

Si la pancreatitis llega a estadios más avanzados puede aparecer diabetes. No hay que olvidar que en el páncreas se encuentran las células productoras de la insulina, la hormona que degrada la glucosa y que la diabetes se produce cuando el organismo no puede degradarla.

En el paciente que sufre pancreatitis podemos encontrar muchos signos significativos e indicativos de pancreatitis. El paciente suele presentar fiebre, frecuencia cardiaca elevada e hipotensión. El abdomen suele estar contracturado y existe un dolor difuso generalizado. Podemos objetivar una masa palpable en la parte superior del abdomen. El signo de Cullen se refiere a una coloración azulada alrededor del ombligo. El signo de Turner es una coloración rojiza-azulada-verdosa en los flancos (laterales del abdomen). No siempre aparecen todos los signos y síntomas y no todos los pacientes presentan cada uno de ellos.

 Complicaciones de la pancreatitis aguda

Las complicaciones que aparecen en la pancreatitis agudas pueden ser precoces o tardías. Dentro de las complicaciones precoces aparecen aquellas relacionadas con las alteraciones que produce un proceso agudo como la inflamación del páncreas, que por su importancia y su localización anatómica puede producir serios problemas. Podemos encontrar una obstrucción intestinal, una obstrucción del colédoco (conducto de salida de las secreciones de la vesícula biliar), rotura del bazo, hemorragia digestiva, etc.

Las complicaciones tardías pueden resultar peligrosas y determinan la evolución del proceso. Son:

  •  Flemón pancreático: es una tumoración del propio páncreas que se produce por la inflamación que sufre. El flemón produce dolor intenso y una persistencia de la fase aguda de la enfermedad (el enfermo no evoluciona todo lo bien que se podría esperar). El problema añadido de los flemones pancreáticos es que pueden infectarse, y formarse abscesos.
  • Absceso pancreático: el paciente tiene fiebre, y muy mal estado general motivado por la infección. Es necesario recurrir al drenaje quirúrgico además del tratamiento antibiótico, porque este último no suele ser suficiente, ya que por la localización de los mismos no logramos que el antibiótico llegue correctamente. Los microorganismos que producen esta sobreinfección pancreática son habituales de la flora intestinal.
  • Pseudoquiste pancreático: aparecen en la evolución de una pancreatitis y pueden conllevar serias complicaciones porque pueden sobreinfectarse, sangrar e incluso romperse. En algunas ocasiones es necesario el drenaje quirúrgico.
  • Ascitis pancreáticas y derrames pleurales: la ascitis es líquido libre en la cavidad abdominal y se produce por diversas causas. El derrame pleural es la acumulación de liquido en la pleura, una fina envoltura que recubre los pulmones. En la pancreatitis pueden producirse estas alteraciones por la obstrucción del conducto pancreático.

El diagnóstico de las complicaciones se realiza mediante pruebas de imagen como la ecografía y el escáner. El tratamiento consiste en colocar una sonda nasogástrica (se introduce una sonda por la nariz del paciente que vapor el esófago hasta el estómago, por aspiración a través de la sonda se recogen los jugos gástricos para mantener en absoluto reposo al páncreas, ya que el contenido gástrico del estómago producen la secreción pancreática). Es necesario reponer líquidos y dar tratamiento antibiótico si existe infección. En algunas ocasiones este tratamiento médico no es suficiente y debemos recurrir a la cirugía.

 ¿Cómo se diagnóstica?

El diagnóstico de la pancreatitis aguda lo realizará el médico por:

• La clínica que cuenta el paciente.
• Los antecedentes del paciente (si es bebedor de alcohol importante, si presenta o ha presentado cálculos en la vesícula, etc.).
• Los síntomas que encuentre en la exploración física.
• Datos de laboratorio: en la analítica vamos ha encontrar datos concluyentes que ratifiquen la sospecha de la pancreatitis haciendo que el médico llegue al diagnóstico. El dato más importante y significativo es la elevación de la amilasa sérica. La amilasa es una enzima muy específica del páncreas. Una amilasa normal no descarta pancreatitis.

  • Elevación de la lipasa sérica. Es aún más específica de enfermedad pancreática.
  • Leucocitosis: aumentan los leucocitos
  • Hiperglucemia: aumento de la glucosa en sangre, por la alteración del metabolismo de la insulina.

Diagnóstico por imagen

  • Radiografía de abdomen: con una radiografía de abdomen el médico puede encontrar datos que le orienten hacia la sospecha de una pancreatitis, pero no habrá ningún dato 100 por 100 específico. Sirve para descartar otros diagnósticos y por si existe alguna complicación.
  •  Ecografía abdominal: en muchas ocasiones el radiólogo no puede visualizar el páncreas pero puede objetivar si hay piedras en la vesícula, si hay edema (que es una complicación importante de la pancreatitis).
  •  Tomografía computerizada (TC): es el conocido escá-ner. Es la prueba que confirma el diagnóstico de pancreatitis. Predice la gravedad del proceso al objetivar las posibles complicaciones tardías.

 ¿Cuál es su tratamiento?

  •  Tratamiento del dolor: dado el dolor tan agudo y penetrante que produce la pancreatitis, es una de las primeras medidas que debemos adoptar para el tratamiento. Los analgésicos habituales no suelen ser suficientes.
  • Líquidos: es necesario reponer líquidos de manera intravenosa.
  •  Dieta absoluta: con la ingesta, el páncreas segrega sustancias y no permanece en reposo. Para curar la pancreatitis es necesario que el páncreas se encuentre en reposo y por ese motivo se deja al paciente en dieta absoluta. En algunas ocasiones puede ser necesario colocar una sonda nasogástrica, que como comentamos con anterioridad logra que el estómago no tengas contenido en su interior y así no se estimule la secreción del páncreas.
  • Tratamiento de complicaciones: tanto si son complicaciones de la glándula como si son de las alteraciones del metabolismo que se detectan en la analítica.

Tratamiento quirúrgico: suele ser necesario en caso de las complicaciones, ya que se puede producir una hemorragia o una infección, requiriéndose el drenaje porque los antibióticos pueden no llegar correctamente a esta región anatómica.

No siempre es necesario el ingreso hospitalario en una pancreatitis. Éste será valorado por los médicos que traten al paciente y dependerá del grado de complicaciones posibles, de la edad del paciente, y de la gravedad actual del caso que estará determinada por características individuales del enfermo y de valores analíticos que indican las alteraciones metabólicas que está produciendo la enfermedad. La pancreatitis aguda es una enfermedad complicada y aunque suele evolucionar favorablemente non podemos olvidar las complicaciones posibles de su proceso y que pueden poner en riesgo la vida del paciente.

 




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