Los beneficios de la talasoterapia

El término talasoterapia proviene de las palabras griegas: talcos, que significa mar y therapeia: terapia, y es un método terapéutico basado en el uso de los componentes del medio marino: el agua, las algas, el barro…, y del clima marino como agente terapéutico, bajo supervisión médica.

No se trata de una palabra nueva. El término talasoterapia fue creado en 1867 por el doctor La Bonnardiere y viene de las raíces griegas thalassios: marino y terapia.

En los centros de talasoterapia se practican tratamientos parecidos a los que se imparten en los balnearios.

La única diferencia está en el agua, que en lugar de ser termal es agua de mar.

El agua se recoge mar adentro, lejos de la orilla.

Posteriormente se depura y esteriliza para eliminar los posibles agentes patógenos antes de su uso en los distintos tratamientos.

El baño marino tiene un interesante efecto vasodilatador que debido a su riqueza en sales se prolonga más que en el agua dulce a la misma temperatura. Aparte del efecto térmico, las nuevas tecnologías aplicadas a la hidroterapia permiten graduar la presión a placer, consiguiendo tonificar la musculatura y mejorar la función articular en pocas sesiones.

Después cada uno de los componentes salinos disueltos, tiene unas propiedades terapéuticas concretas: como el potasio que es antialérgico, regula el metabolismo yes antiinflamatorio; el magnesio aumenta las defensas, retarda el envejecimiento y evita la esclerosis vascular.

A todo esto hay que añadir los efectos positivos del fitoplancton y las algas que aportan un contenido extra de oligoelementos con propiedades minerales. Pero además de las virtudes físicoquímicas del agua de mar, las curas de talasoterapia aportan una climatología benigna con dosis controladas de sol (helioterapia). La regularidad térmica, la humedad ambiental y el sol, producen un efecto sedante, una mayor amplitud respiratoria y el aumento en el número de hematíes y la tasa de hemoglobina.

En conjunto, se considera al clima marino como tónico y estimulante, vigorizador general y favorecedor del aumento de la resistencia orgánica.

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Propiedades de los Elementos Marinos

Se obtienen del agua, las algas y el aire. Se sabe que el entorno marino y el agua del mar, contienen más de 80 elementos necesarios para el funcionamiento del cuerpo humano.

Algunos son antivirales, antitumorales y antibacterianas.

El plasma sanguíneo presenta una composición similar a la del agua del mar. Las propiedades del agua del mar se pasan al organismo a través de un proceso que ocurre en todas las células y tejidos continuamente: la osmosis.

Este proceso se basa en la diferencia de concentración: el agua pasa por difusión desde zonas con bajo nivel de sales, a zonas donde se hallan elevadas concentraciones, a través de una membrana semipermeable, logrando el equilibrio de concentraciones entre las dos zonas.

La temperatura corporal (35 y 37° C) facilita el proceso de osmosis, por ello se juega con las temperaturas de agua, facilitando la absorción a través de la piel de los elementos del agua marina, como el yodo y el sodio, y así conseguir su renovación en la sangre.

El efecto de masaje relajante se logra gracias a las olas.

Las algas marinas al nutrirse del mar, almacenan todo tipo de sustancias marinas.

Tienen vitaminas A, B, C, E, F y K, proteínas, un alto contenido en calcio y hierro y un gran número de minerales.

Gracias a la aplicación de las algas, el organismo obtiene vitaminas, y propiedades antitumorales, antioxidantes, antibióticas, antivirales, retrasando el envejecimiento cutáneo.

El aire del mar, al estar lleno de gotitas de agua de mar, es también rico en ozono y yodo, con propiedades relajantes y antibióticas, aumentando las defensas del organismo.

Las Aplicaciones

Las formas de recibir las propiedades del agua del mar son similares a las realizadas en el termalismo: hidromasajes, baños, duchas, chorros de presión… El agua se suele calentar hasta los 35 o 37°C para favorecer la absorción de las propiedades a través de la osmosis.

Si se realizan ejercicios dentro del agua, aprovechando la falta de gravedad, se llama hidrocinesiterapia. Esto también se hace con las aguas termales, pero al poseer sal el agua de mar hace que tenga mayor flotación.

Dependiendo del centro al que se acuda, los tratamientos de hidroterapia con agua de mar varían. El equipo medico y fisioterápico elegirá la técnica más adecuada entre las ofertadas para tratar al paciente. A continuación se explican algunos de los más habituales:

Basadas en agua

Hidromasaje: técnica que logra bueno resultados en la relajación muscular y los problemas circulatorios. Se basa en chorros de agua a presión y aire en una bañera de agua de mar.

  • Piscina: el agua de mar está a 37°C lo cual aumenta el efecto de la sesión de relajación que se recibe. La función de ello es tonificar, relajar, descontracturar y aliviar el sistema circulatorio y linfático.
  • Piscina de chorros: en una piscina de agua de mar climatizada se han ubicado diferentes tipos de chorros que masa jean partes del cuerpo como los hombros, el tórax, las cervicales, las extremidades y el abdomen. El masaje revitalizar la piel, estimula la circulación, relaja y alivia las tensiones.
  • Piscina dinámica: está dirigida a la recuperación funcional. Se basa en ejercicios que mejoran la elasticidad, estimulando la musculatura.

Algas y lodos

La aplicación de estos elementos se realiza a través de compresas y bañeras. Si se complementan con los baños se logra aprovechar todas las propiedades del agua marina.

Los fangos se aplican con envolturas, produciendo un efecto térmico y físico, se aplican por medio de envolturas.

  • Envoltura de algas: indicado en tratamientos estéticos, eliminando toxinas, células muertas, manchas de la piel, y previniendo celulitis y estrías.
  • Cataplasma de fango termal con algas: efecto antiinflamatorio.
  • Fango de con algas: aporta vitaminas y minerales, estimulando la circulación, y previniendo efectivamente el reumatismo.

Los procesos físicos que genera la aplicación de esta terapia son:

Procesos físicos:

  1. Analgésico: disminuye el dolor, ya sea de manera general o en zonas concretas del organismo.
  2. Circulatorio: es bueno para la patología circulatoria periférica.
  3. Respiratorio: faringitis y asma.
  4. Recuperaciones funcionales tales como traumatismos, afecciones neurológicas, postoperatorios, patología respiratoria…
  5. Procesos crónicos o agudos del aparato locomotor: osteoporosis, reumatismos crónicos y patologías de la columna vertebral.
  6. Locomotriz: disminuye los edemas.
  7. Dermatológico: psoriasis.
  8. Ginecológico: ayuda en la menopausia y la pubertad.

Procesos psíquicos

Lo más importante es que la abundante riqueza en oligoelementos y minerales del medio marino va a prevenir o atenuar faltas de nuestro cuerpo.

El entorno en el cual se aplica la talasoterapia: el sol, el aire, el mar… junto con las mejoras físicas que conlleva, logra combatir el estrés, relajando al paciente. También es buena contra las depresiones, el cansancio y el insomnio. Previene la aparición de reumatismos e incapacidades físicas, reduciendo el tiempo de convalecencia en postoperatorios o procesos de curación largos.

A nivel estético la talasoterapia disminuye el envejecimiento de la piel, mejora los tejidos y combate la flacidez y la celulitis.

Como ya se ha comentado, no todas las enfermedades se pueden tratar con talasoterapia. Está no es recomendada si se tiene alguna enfermedad infecciosa, alérgica, hipertiroidismo o problemas cardiorrespiratorios. En todos los casos se debe tomar bajo control médico.




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