Maltrato doméstico

Golpizas, relaciones sexuales forzadas, temor a la violencia del cónyuge o compañero, o vivir atemorizado de que éste maltrate o dañe a los hijos: todas estas situaciones son ejemplos del maltrato doméstico.

El maltrato doméstico afecta de manera predominante a las mujeres, si bien no de modo exclusivo. Se calcula que de 2 a 4 millones de mujeres son golpeadas y 1,500 más son asesinadas anualmente por el esposo, ex esposo o compañero sexual. La violencia doméstica puede ocurrir en familias de todos los grupos étnicos, edades, niveles de ingreso y grupos religiosos. El maltrato físico es el uso de la fuerza física para controlar a otra persona y mantener el poder sobre ella. El maltrato doméstico puede abarcar también la intimidación, maltrato psicológico, acoso sexual, humillación y amenazas.

Síntomas de la conducta de maltrato Es posible que exista una relación de maltrato si:

  • Se han recibido golpes, patadas, empujones o amenazas con violencia.
  • La persona siente que carece de capacidad de decisión en cuanto al empleo de su tiempo, dónde va y qué ropa usa.
  • El compañero la acusa de algo que nunca realizó.
  • Debe pedir permiso al compañero para tomar decisiones cotidianas.
  • Se condesciende con el compañero por temor a su ira.

Autocuidados

Cómo responder

  • Si es preocupante la posibilidad de maltrato físico, conviene hablar con alguien más a la brevedad posible. Una opción son los teléfonos locales de atención de crisis. Otra corresponde a las agencias de servicio social. También se puede confiar en un amigo, médico o clérigo.
  • Si se forma parte de una relación de maltrato, contar con un plan para huir. Esté preparada para llevarse a los hijos, las llaves de la casa y documentos importantes. Es importante mantenerse alerta. Se debe estar preparada para salir de un momento a otro.
  • Tener dinero en efectivo a la mano para situaciones de urgencia.
  • Contar con una lista de números telefónicos de amigos que puedan ayudarle.
  • Indagar el número telefónico de un refugio para mujeres maltratadas.

Ayuda profesional

Algunas personas se muestran renuentes a comentar este tipo de temas porque les avergüenza hablar abiertamente acerca de ellos con extraños. Sin embargo, pueden tratarse sin vergüenza en una agencia de servicio social o se confía en un consejero.

En caso de llamar a la policía, hay que solicitar una respuesta seria y oportuna. Algunas jurisdicciones cuentan con una ley de arresto obligatorio, lo cual significa que el generador del maltrato no podrá radicar en la casa mientras se adjudica el caso a un tribunal.

En caso de acudir a un refugio, debe suponer que será seguro y recibirá orientación. También debe indagar acerca de asistencia jurídica (por ejemplo, ante la posibilidad de obtener una orden de restricción que impida legalmente al maltratador acercarse a usted).

La consultoría también debe estar disponible como manera de apoyo y para comentar sus sentimientos. Los orientadores deben discutir la decisión en cuanto a emprender o no una acción jurídica.




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