Pérdida del olfato

El sentido del olfato y, en gran parte, el del gusto, se inician en las terminaciones de los nervios olfatorios, presentes en la porción superior de la nariz. Estos nervios contienen fibras muy finas y sensibles, que transmiten señales del bulbo olfatorio al cerebro. La mayoría de las personas presentan una pérdida temporal del sentido del olfato cuando padecen el catarro común. Es usual que las sensaciones olfatorias se reanuden una vez que desaparece la infección.
Sin embargo, cuando se pierden las sensaciones olfatorias sin causa evidente, el trastorno se llama anosmia. Esta última se presenta por fenómenos obstructivos de la nariz o por daño de los nervios. La obstrucción impide que los olores lleguen a las delicadas fibras nerviosas de la nariz. Estos nervios transmiten mensajes o señales al cerebro. Los pólipos nasales, tumores, padecimientos neurológicos o hinchazón de la mucosa pueden causar obstrucción. Las infecciones virales, infecciones nasales crónicas o alergias pueden dañar los nervios que permiten la olfación.
Atención médica
Hay que consultar al médico en caso de perder las sensaciones olfatorias en ausencia de un cuadro catarral. El médico buscará pólipos o tumores de las vías nasales. Si el problema guarda relación con un virus, las sensaciones olfatorias generalmente se reanudan al superarse la infección de los tejidos en el área olfatoria.
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