Propiedades de la pera, peral

Nombre vulgar: Peral.
Nombre científico: Pyrus communis L.
Hábitat: Aparece como árbol cultivado en Europa, Norte de África y Asia. Parece ser que se trata de una especie que procede de las especies Pyrus nivalis y Pyrus caucasica, siendo la zona del este de Europa donde se empezó a cultivar.
Características: Árbol caducifolio de la familia de las rosáceas de hasta 10m de altura. Tronco erecto, de color gris con la corteza cubierta de grietas. Hojas ovadas de hasta 10 cm con el haz verde oscuro brillante, glabras. Flores blancas o blanco rosadas de hasta 1,5 cm en corimbos de 3 a 7. Fruto en pomo comestible.
Uso interno
Diurético: Estimula la eliminación de orina, por lo que resulta adecuado en aquellos casos en que haya que estimular a los riñones para aumentar la micción, en enfermedades como: obesidad, hipertensión arterial, hidropesía ( acumulación de líquidos en el cuerpo con hinchazón de los tejidos) , edemas , dolor de riñón nefritis), cálculos renales, insuficiencia renal, inflamación de la vejiga urinaria (cistitis), etc. Se ha utilizado para tratar las inflamaciones de la próstata ( Infusión durante 20 minutos de 20 gr de hojas secas por medio litro de agua. Tomar 2 tazas al día antes de comer)
Uso externo
Analgésica: En uso externo, la utilización de la corteza en decocciones resulta adecuada para mitigar los dolores producidos por golpes, torceduras, esguinces, contusiones, etc. (Decocción de 25 gr de corteza seca por medio litro de agua, durante 20 minutos. Aplicar el líquido resultante sobre la zona afectada.)
Otras aplicaciones
Propiedades alimentarias: El fruto del peral, la pera, es un alimento muy adecuado. Muy baja en calorías, con abundante fibra y carente totalmente de sodio resulta muy interesante en las dietas de adelgazamiento, aportando una gran cantidad de vitaminas, entre las que destaca el ácido fálico, una de las que forma el complejo de la vitamina B, necesario para la construcción celular y cuya deficiencia predispone a la aparición de ciertos cánceres como el de vejiga. De igual manera este componente resulta muy importante en la expulsión del ácido ()rico del organismo, por los que el consumo de este fruto resulta muy recomendado para los enfermos de gota.
La pera contiene ademas mucho potasio, que interviene directamente, junto con el calcio, en el proceso de formación ósea, así como la regulación de líquidos en el cuerpo y el buen estado del sistema nervioso. Será pues muy interesante comer este fruto tanto durante la época de crecimiento, como a medida que vamos aumentando de edad, para una buena salud ósea y nerviosa.
De igual manera se han probado las propiedades vasodilatadoras y antiarritmicas de este elemento por lo que su ingestión ayudara a bajar la tensión arterial y a normalizar el pulso cardíaco.
En caso de diarrea, sus propiedades ligeramente astringentes ayudan a superarla, resultando una ayuda excelente para el tratamiento de la colitis. Muy rica ácidos grasos poliinsaturados y en aminoácidos, algunos de ellos esenciales como la leucina, necesaria para el optimo crecimiento en los infantes o la regeneración de los tejidos. Otros, aunque no sean esenciales, como la arginina, han probado ser muy útiles en la elaboración de la masa muscular, así como en la eliminación del amoniaco del organismo. La mayoría de ellos incrementan la inmunidad del organismo en contra de las agresiones bacterianas.
Es una fruta muy digerible, con una gran riqueza de azúcares, aunque, por su composición, son muy asimilables y perfectamente tolerables por los diabéticos. Podemos decir que una pieza aporta unos 70 gr. de azúcar. Si tenemos problemas gástricos podemos recurrir a las peras hervidas, que también son muy nutritivas y mineralizantes , aunque la cocción destruye las vitaminas.
Se puede utilizar a lo largo de casi todo el año por la gran profusión de variedades que disponemos, entre las que destacan la famosa pera limonera, de color amarillo con puntitos negros,muy dulces y aromáticas que nos refresca de los ardores veraniegos durante los meses de julio y agosto. De tanto renombre como esta es la pera blanquilla, de color más verdoso y carne más blanca, que aparece desde finales de agosto o la exótica pera de San Juan, más pequeñita, de carne dura y muy sabrosa que alcanza su plenitud en la festividad del mencionado santo y se prolonga durante el mes de julio.
Otras variedades como la de Beurre d’ Anjou ya puede recolectarse a principios de febrero, aunque podemos disfrutar de su sabor ligeramente ácido durante prácticamente el resto de invierno y toda la primavera, pues aguanta hasta 6 meses en las cámaras frigoríficas. Otras variedades muy recomendadas serían la erculina, la magallona o la conference. Aunque la piel contiene muchas vitaminas, debido a la gran cantidad de productos fitosanitarios que se utilizan en su cultivo, conviene comer esta fruta pelada.
Toxicidad: El peral, al igual que el resto de árboles pertenecientes al género Prunus, como el ciruelo (Prunus domestica); El albaricoque (Prunus armeniaca); el melocotonero (Prunus persica); o el almendro (Prunus dulcis) contienen en sus semillas , flores y hojas el glucósida cianogenético amigdalina .La amigdalina por acción del fermento emulsina, en contacto con la saliva, se convierte en ácido cianhídrico, – cianuro – un veneno muy potente.
De igual manera se han detectado casos de intoxicaciones en animales, especialmente cerdos , que han comido semillas, flores u hojas de estas plantas. Los síntomas de intoxicación son los siguientes:
- Asfixia.
- Olor del aliento.
- Vómitos.
- Mareo.
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Parada respiratoria.
- Muerte.
Recolección y conservación: Las hojas se recogerán en primavera y se secaran en un lugar sombrío; la corteza debe recolectarse en otoño y secarse al sol. Los frutos deben consumirse frescos y bien maduros. Tanto las hojas como la corteza se conservarán en recipientes bien secos; en el caso de la corteza es preferible que sean herméticos.
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