Que es la farmacodependencia

La dependencia de drogas, sean éstas de prescripción o ilegales, implica aceptar un riesgo debido a sus efectos físicos a largo plazo, sus efectos perturbadores sobre la familia y el trabajo, y los riesgos derivados de su interrupción repentina. Las drogas ilegales son peligrosas no sólo por su propia naturaleza, sino también por el riesgo de estar contaminadas con sustancias tóxicas o infecciosas. En la mayoria de los casos, la ayuda es indispensable para interrumpir su uso.
Drogas de abuso comunes
Cemento
Los niños suelen oler el cemento, que es un depresor del sistema nervioso central. Al principio, una cuantas olfateadas suelen producir estimulación; pero el niño adquiere tolerancia en cuestión de semanas. Los síntomas iniciales pueden ser similares a la ebriedad alcohólica, incluidos el habla ininteligible, mareos, desinhibición, somnolencia y amnesia. Es factible que también se presenten alucinaciones, disminución de peso y pérdida de la conciencia.
Estimulantes del sistema nervioso central (anfetaminas y cocaína)
Las anfetaminas (uppers) producen adicción psicológica extraordinariamente intensa, al grado de llegar a la compulsión. Quienes abusan de ellas tienen alto grado de tolerancia a sus efectos eufóricos, que pueden durar varias horas. La cocaína produce la liberación de sustancias químicas en el cuerpo, que estimulan al corazón para que impulse la sangre con mayor fuerza y rapidez. Estas reacciones producen un periodo de euforia, la ilusión de control y la intensificación del deseo sexual. Incluso una dosis moderada de cocaína puede causar la muerte. La cocaína inyectada o fumada (llamada crack) puede ser más peligrosa, ya que es mayor la cantidad que pasa al torrente sanguíneo.
Opioides
El opio se produce a partir de una secreción lechosa de las semillas de una planta, la adormidera blanca. Entre los opioideos se incluyen los opiáceos (sustancias producidas naturalmente a partir del opio, como la heroína y morfina) y las sustancias sintéticas que tienen acciones similares a la morfina. Los médicos suelen prescribirlos como analgésicos, anestésicos o supresores de la tos (entre ellos la codeína y metadona). Entre los signos de abuso se incluyen la depresión, ansiedad, conducta impulsiva, intolerancia a la frustración y necesidad de satisfacción inmediata.
Marihuana y hachís
La marihuana se produce a partir de las hojas y flores de la planta marihuana (Cannabis sativa). El hachís proviene de la resina concentrada de esta misma planta. El organismo absorbe las sustancias psicoactivas de estas drogas. En la intoxicación aguda con marihuana o hachís, es posible sentir relajación y euforia. Estos compuestos afectan la capacidad de concentración y las funciones de percepción y motora. Los consumidores crónicos tienen aumento de la frecuencia cardiaca, enrojecimiento de los ojos y función pulmonar disminuida. Los síntomas de la abstinencia incluyen sudoración, temblores, náusea, vómito, diarrea, irritabilidad y dificultad para dormir.
Alucinógenos
El LSD (dietilamida del ácido lisérgico) produce cambios profundos en el estado de ánimo y los procesos de razonamiento, lo cual resulta en alucinaciones y un estado similar a la psicosis aguda. Pueden presentarse reacciones agudas de pánico, aunadas a frecuencia cardiaca acelerada, hipertensión y temblores. El preparado más común en las calles es la fenciclidina (PCP), llamada «polvo de ángel» (angel dust), que es un polvo granuloso blanco.
En dosis bajas, de 5 miligramos, la PCP produce excitación, incoordinación y ausencia de sensaciones (analgesia). En dosis altas, puede originar salivación excesiva, vómito, estupor o coma. Cuando se presentan las psicosis agudas relacionadas con la PCP, la persona está en alto riesgo de suicidio o conducta violenta hacia otros individuos.
Las llamadas drogas de diseño se han vuelto cada vez más populares en la década actual. Se formulan para lograr ciertos efectos específicos y para modificar químicamente las drogas existentes a fin de evitar cargos penales conforme a las leyes existentes. Sus denominaciones comunes en EUA son ecstasy, Adam, Eve y China white. El uso de estas drogas produce intoxicación y han causado situaciones médicas graves, incluyendo los trastornos de la movilidad y la muerte.
Atención médica
Los consumidores de drogas suelen requerir la intervención de familiares y amigos. Es común que se requiera hospitalizarlos para su destoxificación. También se necesita contar con programas de seguimiento de la evolución(grupos de apoyo y cuidados diurnos o residenciales) durante semanas o meses, para evitar las recaídas.
Cómo identificar el uso de drogas en adolescentes
Los siguientes puntos abordados son sólo algunos posibles indicios del uso de drogas en los menores de edad:
- Escuela: La demostración repentina de franco desagrado por la escuela y búsqueda de excusas para permanecer en el hogar. Conviene entrar en contacto con los funcionarios de la escuela para analizar si los registros de asistencia del adolescente concuerdan con lo que usted sabe acerca de su ausentismo escolar. Un estudiante con calificaciones excelentes o buenas que obtiene súbitamente calificaciones reprobatorias o mínimanente aprobatorias puede estar consumiendo drogas.
- Salud física: La apatía y la pereza son posibles indicadores del uso de drogas.
- Aspecto físico: Es un punto de gran trascendencia en el adolescente. Un signo de advertencia importante puede ser el desinterés repentino en su vestimenta o su aspecto personal.
- Comportamiento personal: Los menores de edad disfrutan su mundo privado. Sin embargo, conviene prestar atención a las conductas exageradas en cuanto a evitar el ingreso de los padres en su habitación o a conocer el sitio de reunión con los amigos.
- Dinero: La necesidad repentina de más dinero sin una explicación razonable de su empleo puede ser una indicación del uso de drogas.
¿Qué se puede hacer?
Los adolescentes necesitan sentir que existe una línea de comunicación abierta con sus padres. Incluso si se enfrenta la renuencia del menor a compartir sus sentimientos, se debe continuar expresando el interés en escucharlo hablar acerca de sus experiencias.
Juego compulsivo
El juego patológico tiende a ser una compulsión que se aprecia más en los hombres que en mujeres. Se relaciona con frecuencia al consumo excesivo de bebidas alcohólicas. Resulta grave en la medida que altera la vida personal y puede llevar a la ruina económica. Algunos expertos advierten que es creciente el número de menores de edad adictos al juego. Entre los signos y síntomas se incluyen los siguientes:
- El juego progresivo va de lo ocasional a lo habitual, usualmente con apuestas cada vez mayores. Es posible que la persona empiece a hacer caso omiso de los asuntos familiares, del trabajo y otro tipo de intereses.
- Anhelo de obtener la tensión derivada del riesgo del juego.
- Sentimientos de culpa por el dinero perdido y ocultamiento de las pérdidas.
- Mentir para ocultar las pérdidas.
- Jugar sin importar la pérdida o la ganancia hasta el cierre del sitio de juego o hasta quedarse sin dinero.
- Recurrir a actividades ilegales para mantener el hábito y cubrir las deudas.
Atención médica: Debe alertarse al médico o profesional de la salud mental si algún miembro de la familia necesita ayuda. El tratamiento incluye psicoterapia y grupos de apoyo.
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