Reacciones alérgicas y respuesta inmunitaria

Una alergia es una sobrerreacción del sistema inmunitario hacia una sustancia por demás inofensiva, como lo es el polen o la caspa de los animales. El contacto con esta sustancia, llamada alergeno, determina la producción de la inmunoglobulina E (IgE), que es un anticuerpo. La IgE estimula en las células inmunitarias del revestimiento de los ojos y vías respiratorias a la liberación de sustancias inflamatorias, incluyendo la histamina.
Al liberarse estas sustancias químicas, se propician los síntomas habituales de la alergia: ojos ardorosos, enrojecidos e hinchados, nariz con secreción límpida o congestionada, estornudos frecuentes y tos, urticaria o ronchas de la piel. Esta reacción alérgica produce o agrava algunas formas de asma. Las sustancias presentes en la atmósfera, ya sea al aire libre o bajo techo, y en los alimentos, pueden causar reacciones alérgicas. Los alergenos más comunes son inhalados:
- Polen: La primavera, verano y otoño son las estaciones productoras de polen en muchas regiones. Durante estas estaciones, es inevitable la exposición al polen transportado en el aire, proveniente de árboles, pastos y hierbas.
- Acaros del polvo: El polvo de las casas contiene todo tipo de posibles alergenos, incluidos pólenes y mohos. Sin embargo, el principal factor alérgico radica en la presencia de ácaros. Una pizca de polvo contiene miles de estos insectos microscópicos, semejantes a una araña. El polvo casero produce síntomas alérgicos durante todo el año.
- Caspa de animales: Los perros y, en particular, los gatos, en su calidad de mascotas, son los animales que con mayor frecuencia generan reacciones alérgicas. La caspa (escamas de piel), saliva, orina y a veces el pelo de los animales son los principales estimulantes.
- Mohos: Muchas personas son sensibles a las esporas de hongos transportadas por el aire. Al aire libre, los mohos producen esporas sobre todo en el verano y comienzos del otoño. En el interior de edificios, los mohos liberan esporas durante todo el año.
Identificación de las causas
Aún no está claro el motivo por el cual algunas personas se sensibilizan a alergenos como el polen. Sin embargo, los médicos saben que la tendencia a padecer alergias es hereditaria. En caso de mostrar alergias, es probable que algún familiar cercano también presente reacciones alérgicas. Sin embargo, los individuos emparentados no siempre son sensibles a los mismos alergenos. Es menor la probabilidad de heredar la sensibilidad a una sustancia específica que la tendencia general a sufrir alergias.
En caso de padecer síntomas leves, es posible que sea suficiente la administración de fármacos antialérgicos de venta sin receta (usualmente son una combinación de antihistamínico y descongestivo). Sin embargo, cuando los síntomas son persistentes o molestos, la consulta médica suele proporcionar mejoría. A fin de establecer el diagnóstico preciso de la alergia, el médico necesitará saber acerca de:
- Síntomas.
- Problemas médicos del pasado.
- Condiciones de vida actuales y anteriores.
- Posible exposición a alergenos.
- Historial médico familiar.
- Dieta, forma de vida y hábitos recreativos.
Los siguientes pasos generalmente incluyen el examen físico y las pruebas cutáneas. Durante estas pruebas, se aplican a la piel diminutas gotas diluidas de los presuntos alergenos. Luego, se hacen pequeñas escarificaciones a través de las microgotas. Si la respuesta al alergeno es positiva, aparece una reacción cutánea semejante a la de una picadura de mosquito o a la urticaria (llamada reacción de roncha y eritema) en el sitio de la prueba, transcurridos no más de 20 minutos.
Los resultados positivos de la prueba cutánea significan únicamente que el individuo podría ser alérgico a una determinada sustancia. Para establecer la causa de los síntomas, el médico debe tomar en cuenta los resultados del estudio, el historial clínico y el examen físico.
Los siguientes pasos generalmente incluyen el examen físico y las pruebas cutáneas. Durante estas pruebas, se aplican a la piel diminutas gotas diluidas de los presuntos alergenos. Luego, se hacen pequeñas escarificaciones a través de las microgotas. Si la respuesta al alergeno es positiva, aparece una reacción cutánea semejante a la de una picadura de mosquito o a la urticaria (llamada reacción de roncha y eritema) en el sitio de la prueba, transcurridos no más de 20 minutos.
Los resultados positivos de la prueba cutánea significan únicamente que el individuo podría ser alérgico a una determinada sustancia. Para establecer la causa de los síntomas, el médico debe tomar en cuenta los resultados del estudio, el historial clínico y el examen físico.
Diferencia entre catarro común y alergias
Debido a que las alergias cursan con síntomas parecidos a los del catarro común (pecho y cabeza congestionados, nariz congestionada o con secreción, tos y estornudos), muchas personas los confunden. Sin embargo, en el catarro los síntomas generalmente desaparecen tras unos cuantos días de evolución. En caso de tener una alergia, sus manifestaciones aparecen bajo ciertas condiciones o parecen no ceder nunca.
La fiebre del heno (llamada rinitis alérgica por los médicos) es una alergia respiratoria frecuente. Los síntomas suelen aparecer durante las estaciones de polen, es decir, en primavera, verano u otoño. En general, el término fiebre del heno se refiere a la rinitis alérgica estacional debida al polen. La enfermedad no guarda relación con el heno ni se acompaña de fiebre. Algunas personas señalan síntomas alérgicos sobre todo en el invierno, cuando no se ventilan los hogares, con lo cual es mayor la exposición a los ácaros del polvo y mohos. Otros individuos experimentan síntomas al entrar en una habitación donde se encuentra un gato. En algunos más, los síntomas aparecen al azar durante el año.
Los signos y síntomas de la fiebre del heno incluyen los siguientes:
- Congestión o secreción nasal abundante.
- Ardor de ojos, nariz, garganta o paladar.
- Estornudos frecuentes.
- Tos.
Autocuidados
La mejor forma de manejar las alergias radica en conocer qué las desencadena y como evitarlo:
Polen
- Permanecer en interiores cuando las concentraciones de polen son mayores, entre las 5:00 a.m. y las 10:00 a.m. Emplear un acondicionador de aire con un buen filtro y cambiarlo con frecuencia.
- Usar una mascarilla contra el. polen cuando se permanezca al aire libre y al trabajar en el jardín.
- Vacacionar lejos de la zona de residencia durante la fase de mayor intensidad de la temporada del polen.
Polvo o mohos
- Limitar la exposición limpiando la casa al menos una vez por semana. Utilizar una mascarilla al hacerlo o pedir a otra persona que se haga cargo de la limpieza.
- Colocar cubiertas a prueba de polvo en colchones, almohadas y camas con box spring.
- Reemplazar el mobiliario de tapicería con otros de cuero o vinil y las alfombras con madera, vinilo o azulejo (sobre todo en la recámara).
- Mantener la humedad dentro de la casa en 30 a 50 por ciento. Utilizar extractores en el baño y cocina, así como deshumidificador en el sótano.
- Cambiar periódicamente los filtros de la estufa, de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Además, considerar la instalación de un filtro de partículas de alta eficiencia en el sistema de calefacción.
- Limpiar con frecuencia los humidificadores para prevenir la proliferación de mohos y bacterias.
Mascotas
- No tener mascotas con pelo o plumas.
- En caso de tener un animal peludo, bañarlo una vez por semana con agua y jabón.
- Mantener al animal fuera de la casa en la medida posible y no permitir su estancia en la recámara.
Atención médica
Los antihistamínicos se usan para controlar los estornudos, secreción nasal y ardor de garganta u ojos. Son medicamentos que bloquean la acción de la histamina, que es una de las sustancias químicas irritantes responsables de gran parte los síntomas. Advertencia: Algunos antihistamínicos pueden producir somnolencia. Los descongestivos mejoran algunos síntomas de la alergia reduciendo la congestión o hinchazón de la mucosa nasal.
Esto permite respirar con mayor facilidad. Numerosos medicamentos de venta sin receta contra alergias y catarros contienen una combinación de descongestivo con antihistamínico. Los aerosoles nasales, disponibles por prescripción y de venta sin receta, también pueden representar una opción contra las alergias. A continuación se describen sus diversas formas.
Corticosteroides: Disponibles por prescripción, alivian la congestión cuando se emplean diariamente; pero puede requerirse por lo menos una semana para que logre su eficacia máxima.
Cromoglicato sódico: Los rocíos nasales que contienen esta sustancia previenen los estornudos y la picazón y la secreción nasal causadas por alergias leves o moderadas.
Solución salina: Los rocíos nasales de venta sin receta contienen una solución de agua con sal que mejora la congestión leve, fluidifica el moco y previene la formación de costras. Pueden usarse sin riesgo hasta lograr la mejoría de los síntomas.
Descongestivos: Estos rocíos no están ideados para la mejoría de los síntomas crónicos de alergias. Conviene evitarlos o usarlos por lapsos no mayores de 3 o 4 días.
En las inyecciones antialérgicas (inmunoterapia), se inyectan en el organismos cantidades diminutas de alergenos identificados. Después de varias inyecciones, usualmene de aplicación semanal, puede adquirirse tolerancia hacia el alergeno. Luego, se requerir aplicar inyecciones mensuales por un lapso de varios años.
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