Reconocimiento del paciente

Según el tipo de accidente sufrido, podremos hacernos una idea de las posibles lesiones; así, si se tratase de una caída desde cierta altura o de un atropello, entonces buscaremos fracturas. Determine en primera instancia si existe en la víctima conciencia o inconsciencia, falta de respiración, shock, hemorragia abundante, pulso débil o demasiado acelerado, en razón de que su atención requiere la intervención inmediata. Con la sola observación del cuerpo, podrá notar si algún miembro presenta una posición anormal; en ese caso estaremos frente a una posible fractura o luxación.

Observe el color de la piel del accidentado (pálida, azulada, enrojecida). Examine ahora cuidadosamente el cráneo para determinar si hay salientes, hundimientos o heridas en el cuero cabelludo. Si observa la salida de sangre por los oídos es síntoma de una probable fractura de la base del cráneo. Examine la boca para desalojar de ella todo cuerpo extraño, como dientes rotos, dentadura postiza suelta u otro objeto que podría pasar a la laringe y provocar asfixia. Si presentara síntomas de quemadura en la boca, podría ser un caso de envenenamiento. Tome nota del olor del aliento, que nos puede revelarla causa de la inconsciencia.

Por ejemplo, el olor a orina en el aliento puede ser causado por una uremia; el olor a acetona puede ser causado por un coma diabético y el olor a alcohol a una posible intoxicación alcohólica. Continúe examinando la nuca, la clavícula y los hombros. Luego revise cuidadosamente la columna vertebral moviendo lo menos posible a la víctima, pues ésta podría estar fracturada y se le causarían daños irreparables.

Examine el tórax y el abdomen por si hubiera alguna costilla fracturada, cuyo síntoma inequívoco es el dolor agudo en el punto de la fractura. Si se presenta rigidez en los músculos de la pared abdominal, podría ser el caso del rompimiento de alguna víscera interna como los intestinos o el estómago.