Si consumes una dieta bien equilibrada, ¿debes tomar suplementos?

En un mundo idílico, todo el mundo debería tener la posibilidad de comer una dieta «bien equilibrada» que eliminaría la necesidad de suplementos. Planificaríamos unas comidas que contendrían justo la cantidad indicada de cada micronutriente. Pero no vivimos en un mundo ideal, La mayoría de nosotros comemos a toda prisa, nos saltamos las comidas y solemos elegir alimentos preparados y procesados que contienen pocas sustancias nutritivas. Y, a pesar de que el Instituto de Cáncer Nacional recomienda que las personas coman entre cinco y ocho raciones de frutas y verduras al día, menos del 10% de la población lo hace. Por desgracia, entre el 80% y el 90% de la población carece todos los días de una o de más vitaminas y minerales citadas por las CDR.
Yo creo con firmeza en la comida sana y, de hecho, yo mismo presto mucha atención a lo que tomo: sólo como alimentos frescos y nunca pruebo «porquerías». A diferencia de muchos amigos, evito las bebidas colas con fosfatos, porque pueden acabar con los minerales del cuerpo, Casi nunca tomo alcohol, porque puede debilitar las vitaminas B del cuerpo. No fumo, pues puede disminuir los niveles naturales de vitamina C. Aun así, sé que por mucha atención que preste, difícilmente obtendré en una sola comida todas las vitaminas, minerales y sustancias nutritivas que necesito. Aunque intente comer productos frescos y orgánicos, soy consciente de que la agricultura moderna ha debilitado el suelo de nutrientes, que a su vez puede desproveer a las frutas y verduras de sus valiosas vitaminas y minerales. El almacenaje y el transporte de los alimentos también puede privarlos de sus nutrientes. Yo tomo suplementos para cerciorarme que obtengo todos los micronutrientes que necesito y mantener así una buena salud; aconsejo a todo el mundo que haga lo mismo.
¿Qué tipo de suplemento es el más eficaz?
Los suplementos se pueden encontrar en presentaciones distintas: comprimidos, cápsulas, soluciones, polvos que pueden diluirse en agua o en un zumo, barritas alimenticias enriquecidas, cremas y geles. Elige la forma que te resulte más cómoda. Por ejemplo, si detestas tragarte las píldoras, prueba con un extracto líquido o con los polvos si los hay. Ahora bien, en algunos casos recomendamos una presentación de suplemento en particular. Por ejemplo, yo recomiendo la presentación sublingual de vitamina B12 (una pastilla que se disuelve debajo de la lengua) porque el cuerpo la absorbe mejor así. En otros casos, recomiendo una fórmula de suplemento en particular porque no ataca tanto al estómago.
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