Suplementos dietéticos útiles para hipertensos

Durante mucho tiempo los expertos en nutrición han mantenido una acalorada controversia, que persiste hoy día, sobre la necesidad de añadir a nuestra dieta suplementos a base de nutrientes naturales. Lo curioso es que los que los defienden y sus detractores no siempre están claramente separados por la línea divisoria entre la medicina ortodoxa y las terapias naturales. Algunos expertos médicos con una formación en nutrición respaldan los suplementos a base de nutrientes y adoptan la visión naturópata de que ni siquiera una dieta a base de alimentos exclusivamente naturales suministra todas las vitaminas, minerales, oligoelementos y aminoácidos que un individuo precisa.

Algunos médicos partidarios de las terapias alternativas respaldan de manera tan convincente los beneficios del consumo de alimentos naturales, que consideran innecesarios los suplementos y sugieren a las personas que siguen sus consejos que traten de seguir un régimen de alimentación completamente equilibrado.

Sin duda, como siempre, existen aspectos ciertos en ambos puntos de vista. En teoría, una dieta a base de alimentos naturales que contiene las cantidades adecuadas de fruta y hortalizas frescas cultivadas de manera orgánica, zumos recién exprimidos, cereales, frutos secos, aves y huevos, pescados procedentes de mares y ríos no contaminados, etc… debería suministrar cualquier nutriente necesario  para el cuerpo humano.

No obstante, no es posible adoptar una dieta con estas características, simplemente, porque muchos alimentos no están disponibles (ya sea por la estación del año, el precio, etc.), y concentrar casi por completo las facultades de nuestra imaginación y nuestra capacidad intelectual en lo saludable que ha de ser nuestra próxima comida puede.. incrementar el estrés y originar como consecuencia una obsesión neurótica, al mismo tiempo que nos sentiremos frustrados por nuestros intentos fallidos al no conseguirlo.

Desnutrición en Occidente

Además de este problema, el estilo de vida de los países occidentales, a pesar de que es el prototipo de sociedad de consumo, provoca un tipo exclusivo de desnutrición incluso en las personas que tratan de comer de manera saludable. Numerosos productos de alimentos naturales de preparación rapida, envasados y congelados, contienen sal, grasas y azúcar refinado ocultos; por otra parte, considerando el ritmo de vida de la mayoría de la gente, ¿quién de nosotros no confía en mayor o menor grado en las comidas precocinadas?

El estrés desempeña un papel muy importante en nuetra vida desde la niñez hasta la edad avanzada: la tasa cada vez mayor de enfermedades relacionadas con el estrés, tales como los infartos de miocardio, las apoplejías y la hipertensión, enfermedades psicosomáticas y afecciones neuróticas y psicóticas, dan prueba de ello. Los estudios de investigación en animales y en seres humanos llevados a cabo durante los últimos diez años en Europa, Estados Unidos, Rusia, Japón han puesto de manifiesto, que el estrés puede tener efectos extraordinariamente nocivos tanto sobre el cuerpo como sobre la mente.

Aunque en otro tiempo se consideraba que el estrés únicamente era responsable de la tensión y problemas emocioales, hoy día se ha demostrado que el estrés afecta a la función de los neurotransmisores cerebrales que transmiten los mensajes de los impulsos eléctricos de las neuronas por todo el cerebro, al sistema inmunológico, en especial los linfocitos (una clase de leucocitos), responsables de combatir las enfermedades infecciosas y las modificaciones cancerosas de las células, y a la producción de hormonas, enzimas y otras sustancias químicas corporales esenciales. La suma total de los efectos del estrés aumenta considerablemente nuestra necesidad de numerosos nutrientes vitales, cuando no todos.

Otros factores negativos y perturbadores tales coma el estrés geopático (los meridianos magnéticos de la tierra); las interferencias electromagnéticas a partir de los cables de alta tensión, los monitores, microondas, televisores y otros aparatos electrodomésticos e industriales; los contaminantes atmosféricos, la fatiga, el humo del tabaco, los aditivos, colorantes y conservantes de los alimentos sintetizados químicamente, un consumo elevado de alcohol, la radiación y las enfermedades virales también son responsables de numerosos trastornos de nuestra salud y aumentan nuestra necesidad de suplementos dietéticos.

Suplementos para la hipertensión y la circulación

Con independencia de la estrategia que haya decidido establecer para mejorar su salud, es aconsejable que siempre empiece con un complejo diario a base de multivitaminas y mi.nerales. Se ha demostrado que los nutrientes dietéticos específicos descritos a continuación contribuyen a disminuirla hipertensión, especialmente cuando se consumen junto con una dieta a base de alimentos naturales y se acompañan de otras medidas saludables, como el ejercicio regular.

Vitamina E y Selenio

La vitamina E se caracteriza por una multitud de efectos beneficiosos sobre todo el organismo, pero muy especialmente sobre los vasos sanguíneos. La vitamina E actúa como anticoagulante y como antioxidante, por lo que contrarresta los efectos de los radicales libres (fragmentos de átomos o moléculas extraordinariamente activos), que lesionan y destruyen numerosos tejidos de nuestro organismo incluida nuestra piel (en parte, los radicales libres son responsables de nuestras arrugas); también se cree que aumentan la frecuencia con la que los depósitos grasos de la placa fibrosa se acumulan en las paredes de las arterias. Esta vitamina también estimula la producción de glóbulos rojos y el crecimiento y desarrollo saludable de cada órgano, incluyendo el corazón y el sistema circulatorio.

La vitamina E combate la hipertensión al conservar la  salud del corazón, las arterias, venas y capilares, y al estimular un control equilibrado de la dilatación y constricción de las arteriolas, las principales responsables del nivel de la presión arterial diastólica. Su acción en este terreno se manifiesta en los beneficios bien establecidos de esta vitamina en las mujeres menopáusicas que experimentan sofocos y sudación nocturna. Se cree que estos síntomas, que se producen por la reducción de los niveles de estrógenos, son consecuencia de la disminución del control de la dilatación y contracción de los pequeños vasos sanguíneos localizados en la piel e inmediatamente debajo de ella. La vitamina E carece de efecto directo sobre el déficit de estrógenos, pero regula la actividad anómala de los vasos sanguíneos.

Las acciones beneficiosas de la vitamina E sobre la potencia y apetito sexual, el rendimiento atlético y el acné y para combatir la infertilidad probablemente también guardan relación con sus efectos sobre la función de los vasos sanguíneos.

Las fuentes naturales de vitamina E incluyen los albaricoques, almendras, aceite de maíz, aceite de semilla de algodón, las avellanas, margarina, mani, nueces y harina integral.

Dosis recomendadas: dosis de 100 UI (unidades internacionales) hasta una dosis de 400 UI diarias durante un período de ocho semanas han producido resultados satisfactorios en el tratamiento de la hipertensión. Si ya recibe un tratamiento antihipertensivo de cualquier tipo, consulte a su médico o a un dietista.

Los suplementos de vitamina E pueden encontrarse combinados con un oligoelemento, el selenio. Los oligoelementos son minerales vitales (tales como el hierro, cobre, cinc, etc.) que nuestro organismo precisa en cantidades infinitesimales. El selenio complementa los efectos antioxidantes de la vitamina E, actúa como antioxidante y también estimula un crecimiento y desarrollo normales. También se supone que el selenio nos protege frente a todos los mecanismos del envejecimiento, entre los que se incluyen la obstrucción de las arterias por depósitos de placas fibrosas. Contribuye a contrarrestar las enfermedades cardiovasculares, los ataques al corazón y las apoplejías. Estimula las células del sistema de defensa inmunológico, en especial los monocitos, que también contribuyen a combatir las placas de grasa; disminuye la agregación de las plaquetas en el torrente circulatorio y co tribuye a prevenir la formación de coágulos en las lesiones vasos sanguíneos en el corazón y en el cerebro.

El selenio se encuentra en los siguientes alimentos: germen de trigo, cereales, pescado, hígado y riñones, pollo, yema de huevo, salvado, brócoli, leche, champiñones, pepino, ajo, col y cebollas.

Dosis recomendadas: no se han establecido las cantidades diarias recomendadas de selenio, pero se ha calculado que las cantidades de selenio existentes en combinación con los suplementos de vitamina E satisfacen las necesidades diarias normales.

Carnitina

La carnitina es uno de los 20 aminoácidos que constituyen los componentes básicos a partir de los cuales se forman las proteínas. Como otros miembros de este grupo de sustancias, la carnitina desempeña diversos importantes papeles en las reacciones bioquímicas del ser humano y de los animales. En este contexto, la más importante es el transporte de los ácidos grasos hasta el interior de unos órganos minúsculos existentes en las células que se denominan mitocondrias, dentro de las cuales los ácidos grasos y la glucosa se combinan con el oxígeno para producir energía, la fuente de vida de la célula y en consecuencia de los organismos vivos.

De acuerdo con una investigación reciente, la carnitina parece ser muy beneficiosa para el músculo cardíaco de la  gente que padece una coronariopatía ateromatosa. Las celulas del músculo cardíaco son naturalmente ricas en carvitina, ya que el músculo cardíaco deriva el 48-70% de sus necesidades energéticas totales de los ácidos grasos de cadena larga. Estas necesidades energéticas, incluso en situación de reposo, son considerables, ya que —a diferencia de otros músculos corporales— el corazón nunca puede tomarse un tiempo de descanso, de relajación. Durante un período de 24 horas, el corazón bombea el equivalente a 7.200 litros de sangre a través de los 120.000 kilómetros de vasos sanguíneos que recorren todo nuestro cuerpo.

La hipertensión somete al músculo cardíaco a una constante tensión, con lo que incrementa su carga de trabajo y sus necesidades de energía. En un estudio clínico reciente, se administró carnitina por vía intravenosa a un grupo de pacientes con cardiopatía isquémica (es decir, una coronariopatía). La tolerancia al ejercicio de estos pacientes mejoro visiblemente y los músculos cardíacos de estas personas utilizaron con mayor eficacia los ácidos grasos como fuente de energía.

La carnitina puede tomarse como un suplemento dietético por su efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares y con el objetivo de fortalecer el músculo cardíaco debilitado. La dosis apropiada para la mayor parte de los adultos, con el objetivo mencionado previamente, es de 200 mg tres veces al día. Los individuos con cardiopatía o hipertensión deben recibir un consejo médico adecuado ele un especialista en nutrición.

Otros aminoácidos

La histidina mejora el flujo de sangre en las arterias coronarias y contribuye a reducir la presión arterial por medio de la relajación de las paredes de los vasos sanguíneos.

La taurina se ha utilizado con éxito como tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva, una complicación muy frecuente de la hipertensión crónica. Durante un período de cuatro semanas, 58 pacientes tomaron parte en un ensayo médico controlado. Los pacientes se dividieron en dos grupos; un grupo recibió comprimidos de placebo (sustancia inerte). mientras que el otro grupo recibió 6 gramos diarios de taurina. Los pacientes de este grupo experimentaron un alivio considerable de la disnea, retención de líquidos y palpitaciones, y los médicos identificaron otros beneficios en la radiografía de tórax y en su capacidad funcional global, La taurina demostró su utilidad con independencia de que los pacientes recibieran un tratamiento con digital (un tónico para el corazón). En los pacientes que recibieron la sustancia inerte, el placebo, no se identificó una mejoría significativa.

Además, la taurina contribuye a mantener el colesterol en estado líquido en el torrente circulatorio e impide que se solidifique en forma de placas dentro de las paredes arteriales.

Suplementos de aceite y pescado

Los suplementos de aceite de pescado contienen ácidos gras esenciales que protegen notable y eficazmente frente a las en fermedades del corazón y las arterias. El más importante es ácido eicosapentaenoico (EPA), cuyo consumo permanente, en las comunidades japonesas que consumen pescado y en otras poblaciones cuya dieta se basa fundamentalmente en el pescado graso.

El ácido eicosapentaenoico da lugar a unas sustancias conocidas como prostaglandinas de tipo 3, unas sustancias similares a las hormonas que desempeñan papeles vitales en la regulación minuto a minuto de los procesos celulares de todo el organismo. Las prostaglandinas de clase 3 disminuyen las probabilidades de formación de coágulos sanguíneos (trombosis), de modo que el EPA no sólo disminuye el riesgo de infartos de miocardio y apoplejías sino que también reduce los niveles sanguíneos de lípidos y colesterol que más probablemente dan lugar a placas arteriales de depósitos grasos (es decir, el colesterol LDL). También se ha demostrado que disminuye la presión arterial y afecta la actividad de los monocitos (una clase de leucocitos), que contribuyen a combatir la enfermedad arterial en todo el organismo.

El EPA también puede contribuir a reducir la hipertensión. Un ensayo clínico incluyó a 16 pacientes hipertensos tratados durante un período de 12 semanas. Todos los participantes tenían unos valores de presión arterial sistólica inferiores a 200 mm Hg y unos valores de presión arterial diastólica de 91-100 mm Hg.

Los participantes fueron asignados de manera aleatoria (al azar) a uno u otro de dos grupos: un grupo recibió un placebo en forma de cápsulas idénticas a las del aceite de pescado y el otro grupo el suplemento a base de aceite de pescado, en forma de cápsulas. A continuación, el primer grupo recibió el suplemento de aceite de pescado y el segundo, el placebo. El estudio fue «doblemente ciego», es decir, ni los pacientes ni los médicos sabían en ningún momento qué grupo había recibido el placebo o el suplemento activo o viceversa.

Los valores medios de la presión arterial previos a la asignación a los dos grupos de tratamiento fueron de 160 mm Hg (sistólica) y 94 mm Hg (diastólica). Después de seis semanas de tratamiento con placebo, estos valores aumentaron hasta 161/94,5 mm Hg y después de los suplementos con aceite de pescado disminuyeron hasta 151/» 92,5 mm Hg. En una posición de decúbito supino, es decir, con el paciente acostado, la presión arterial sistólica fue una media del 5,48% menor con los suplementos de aceites de pescado que con placebo yen una posición de bípedestación, es decir, con el paciente de pie, fue un 5,66% menor. La disminución de la presión arterial diastólica  después del tratamiento con aceite de pescado no fue estadísticamente significativa.

De los 16 pacientes, 13 consideraron que el tratamiento con aceite de pescado fue aceptable o más aceptable que la medicación que habían recibido previamente para la hipertensión. En este ensayo los suplementos de pesca do utilizados contenían una concentración mayor de ácideicosapentaenoico que los preparados que pueden encontrarse en las farmacias y en las tiendas de productos naturales con una finalidad puramente protectora; no obstante, tomar un suplemento diario de aceite de pescado es una práctica sensata y saludable, con independencia de que su objetivo sea mejorar su salud global, vitalidad y re sistencia cardíaca o contrarrestar de una manera natural la hipertensión.

Aceite de prímula y aceite de borraja

El aceite de prímula y el aceite de borraja contienen u ácido graso esencial, el ácido gammalinolénico o GL que también produce un aumento de las prostaglandi cardioprotectoras, concretamente de las prostaglannas de clase 1 (PG1). En numerosos estudios clínicos se ha utilizado el aceite de prímula para evaluar sus diversas aplicaciones terapéuticas, y los resultados han puesto de manifiesto que dosis de 200-400 mg diarias de aceite de prímula disminuyen el nivel de colesterol y el riesgo de trombosis y pueden ser muy eficaces para disminuir la presión arterial en pacientes que padecen una hipertensión leve a moderada.

Coenzima  Q

Durante la última década se ha prestado una atención considerable a este nutriente. La coenzima Q (CoQ) es un constituyente esencial de las mitocondrias de las células y desempeña un papel decisivo en la producción de energía. El oxígeno desempeña un importante papel en la ecuación energética y, como ya hemos mencionado, se une en el interior del tejido muscular cardíaco con la glucosa y los ácidos grasos esenciales de cadena larga para liberar la energía necesaria. Específicamente, la coenzima Q controla el flujo de oxígeno dentro de las células individuales, y por esta razón desempeña un papel principal en el metabolismo del músculo cardíaco.

Diversos ensayos han demostrado que la coenzima Q puede disminuir la presión arterial, aliviar la angina de pecho y contrarrestar la insuficiencia cardíaca congestiva al mejorar la actividad muscular del corazón. Antes de tomar este nutriente, si padece enfermedades cardíacas u otros problemas circulatorios, es preciso que consulte a su médico o a un experto en nutrición.




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Un comentario en Suplementos dietéticos útiles para hipertensos

  1. luisa castillo Dice:

    La L-carnitine no es un aminoacido en sentido estricto, su forma molecular esta en forma de L por lo tanto se le reconoce como un aminoacido, es un componente proveniente del grupo de los complejosB.

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