Todo sobre las hepatitis

El hígado es un órgano que pertenece al aparato digestivo y que se sitúa en el hipocondrio derecho, región anatómica localizada debajo del pulmón derecho, justo por debajo del diafragma.
En el hígado se realizan funciones metabólicas fundamentales. En el hepatocito (célula del hígado) se realiza la metabolización de múltiples sustancias como el alcohol, la bilirrubina, paracetamol, etc. En el hepatocito también se producen ciertas proteínas del organismo.

El sistema hepatobiliar se compone anatómicamente del hígado y el sistema biliar, también llamado árbol biliar, sistema que recoge las sustancias y las lleva a la circulación sanguínea y también las recoge de la misma en dirección el hígado. Las enfermedades que afectan al hígado están, por tanto, relacionadas con la alteración del hígado y la del árbol biliar.

 Hepatitis virales

La hepatitis viral es una infección que afecta fundamentalmente al hígado, aunque en realidad el virus se encuentra diseminado por todo el organismo. Los diferentes tipos de hepatitis se denominan según el virus que la produzca.

  •  Virus de la hepatitis A.
  •  Virus de la hepatitis B.
  •  Virus de la hepatitis C.

Virus de la hepatitis C

En su interior se encuentra el material genético, que en este caso es ARN. El virus se disemina por todo el organismo aunque el órgano más afectado y que marca la evolución de la enfermedad es el virus de la hepatitis C.

  • Virus de la hepatitis D.
  • Virus de la hepatitis E.
  • Virus de la hepatitis G.

Todos estos virus tienen su material genético en forma de ARN excepto el de la hepatitis B que es ADN.

Según el virus que produzca la hepatitis encontraremos ciertas peculiaridades en el modo de contagio y en la evolución de la enfermedad.

 Vía de contagio de los diferentes tipos de hepatitis

  •  Hepatitis A

La vía de transmisión es la vía fecal-oral, por lo tanto cuanto peor sea el estado de higiene del lugar más casos de hepatitis A se presentarán en el mismo.

  • Hepatitis B

La vía de transmisión de la hepatitis B es radicalmente distinta a la de la hepatitis A. Se transmite por vía percutánea, es decir, a través de un pinchanzo o de una transfusión sanguínea, y la vía sexual.

  • Hepatitis C

Se piensa que las vías de transmisión de esta hepatitis son: la transfusión sanguínea, la vía percutánea para la inyección de drogas y existe otro número de pacientes en los que nos se puede esclarecer la vía de contagio.

 ¿Cuáles son sus síntomas?

En la hepatitis suele existir un período previo de síntomas poco específicos y muy variables que van desde el mal estado general, falta de apetito, vómitos, cansancio, dolor de las articulaciones, dolor muscular, faringitis, tos, cefalea, intolerancia a la luz (fotofobia), etc. El paciente suele presentar fiebre de entre 38-39 °C. Al cabo de unas semanas aparece ictericia.

La ictericia es la coloración amarillenta de la piel y mucosas y se debe a la alteración en el metabolismo de la bilirru-bina o en su excreción por el árbol biliar. La ictericia aparece en diferentes enfermedades del hígado y de la vía biliar y no es exclusiva de la hepatitis.

El hígado está agrandado y es doloroso, por lo que el paciente puede percibir molestias en el hipocondrio derecho que el médico detectará en la exploración física del abdomen.

Posteriormente, comienza la fase de recuperación y desaparecen los síntomas generales aunque el hígado agrandado puede persistir mucho más tiempo.

 ¿Cómo se dignostica?

La clínica que explica el paciente es la base para realizar la sospecha de hepatitis. El médico observa la ictericia si está presente en la piel y las mucosas del paciente y en la palpación abdominal objetiva el hígado agrandado y el dolor que refiere el paciente.

El análisis confirma las sospechas porque aparece:

  •  Aumento de las transaminasas (enzimas hepáticas que muestran el estado de la función del hígado).
  • Aumento de los niveles de bilirrubina (que es la responsable de la ictericia).
  • Existen datos inespecíficos como la disminución transitoria de los linfocitos y de los neutrófilos.

El diagnóstico definitivo de hepatitis viene definido por la serología. Se detectan en el paciente niveles de anticuerpos que genera el cuerpo humano frente al virus. También se pueden medir los niveles de antígeno vírico que son partes del virus.

 Evolución y pronóstico de la hepatitis

Éste es uno de los puntos donde más difieren los diferentes tipos de hepatitis.

La hepatitis A suele cursar con total recuperación y sin secuelas clínicas. Pueden sufrir una recaída de la hepatitis al cabo de semanas o meses.

La hepatitis B presenta una evolución favorable en un porcentaje muy alto de los casos (95 por 100); sin embargo, pueden producirse más complicaciones dentro de la hepatitis aguda, dándose incluso una hepatitis fulminante, aunque no es frecuente. En la hepatitis fulminante la función del hígado comienza a deteriorarse rápidamente produciéndose el fallo hepático. La hepatitis aguda tipo B puede evolucionar a una hepatitis crónica, pero aparece en un pequeño porcentaje de los casos. En pacientes que adquieren la hepatitis en edades tempranas de la vida y que evolucionan a hepatitis crónica se puede llegar a desarrollar un carcinoma hepatocelular.

La hepatitis C evoluciona más habitualmente a hepatitis crónica y posteriormente a cirrosis.

 ¿Cuál es su tratamiento?

En la fase aguda de la hepatitis no se puede dar ningún tratamiento específico. No suele ser necesaria la hospitalización a no ser que se trate de una hepatitis grave.
Las medidas recomendadas son:

  •  Reposo en cama o, al menos, reducción de la actividad física.
  • Dieta hipercalórica.
  • Evitar medicamentos cuyo metabolismo es hepático o que pueden causar efectos adversos.
  • En la hepatitis fulminante se debe mantener al paciente con vida controlando las hemorragias, la glucosa, y con un cuidado extremo de las medidas de cuidados intensivos.

Tratamiento de la hepatitis

Es dificil el tratamiento para lograr la curación en esta fase. En la actualidad se trata con una sustancia no siempre bien tolerada ni efectiva, interferón. El interferón presenta numerosos efectos secundarios alguno de los cuales obliga a retirarlo.

  •  Profilaxis

Se puede inmunizar al paciente mediante vacunas (inmunización activa) de virus muertos o con inmunización pasiva (inmunoglobulinas).

Hepatitis Tóxicas

La afectación del hígado no se produce solamente por las infecciones víricas. Numerosos fármacos y compuestos químicos pueden producir una hepatitis.

El cuadro aparece pocas horas después de la exposición. El tóxico hepático produce de manera directa una alteración morfológica, según la cual es característica la afectación de ciertas regiones anatómicas del hígado.

 ¿Cómo se diagnóstica?

Es necesario preguntar al paciente y a los familiares los posibles productos tóxicos con los que ha estado en contacto el enfermo.

La clínica es muy similar a la que aparece en las hepatitis víricas.

 ¿Cuál es su tratamiento?

En primer lugar se debe interrumpir el medicamento sospechoso de estar produciendo la hepatitis tóxica. En segundo lugar se deben aplicar las medidas de soporte.

Si la hepatitis la ha producido el paracetamol se puede administrar al paciente N-aceticisteína que ayuda a reducir la necrosis hepática.

 




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