Uñas encarnadas («enterradas»)

El dolor y la sensibilidad al tacto en los dedos de los pies con frecuencia indica la presencia de una uña encarnada. Este padecimiento se genera cuando el borde o lado afilados de la uña del pie crece en la carne del dedo. Lo más frecuente es la afección del dedo primero del pie (dedo gordo), en especial si se poseen uñas curvas, se emplea calzado de tamaño inadecuado o se realice el corte incorrecto de las uñas.

Autocuidados

  • Cortar las uñas de los pies en línea recta y procurar no cortarlas demasiado.
  • Utilizar zapatos y calcetines adecuados, que no presionen excesivamente los dedos. Usar calzado de punta abierta, si ello es necesario, o probar las sandalias.
  • Humedecer los pies en agua moderadamente caliente con sal (1 cucharadita de sal por litro) durante 30 minutos, cuatro veces al día, para disminuir la hinchazón y mejorar la sensibilidad al tacto.
  • Después de sumergir los pies en agua, colocar pequeños trozos de algodón esterilizado bajo la uña encarnada. Esto ayudará a que finalmente la uña crezca por arriba del borde de la piel. Hay que cambiar diariamente el algodón hasta que desaparezcan el dolor y enrojecimiento.
  • Aplicar un ungüento antibiótico en la zona irritada.
  • Si existe dolor intenso, aplicar algodón saturado de un medicamento de venta sin receta para uñas encarnadas. Esto proporciona alivio temporal.

Atención médica

En caso de padecer dolor intenso o presencia de pus o enrojecimiento que se diseminan, conviene buscar atención médica. El médico quizás extraiga la porción encarnada de la uña y prescriba antibióticos.




Califica este Artículo:
0 / 5 (0 votos)






Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *